El embarazo es un tema del que siempre se tiene de qué hablar. Las bibliotecas, las tiendas de libros y estanterías de videos dedicadas a este tema son muy abundantes. Y para alimentar la información que poseas acerca de esta etapa de las mujeres, te contaremos algunas curiosidades que quizá no sabías del embarazo.
1.- Un embarazo puede durar más de un año.
La mayoría duran 9 meses, y la mayoría de los médicos inducen el parto si el embarazo se alarga en demasía.
Dicho esto, puede que una mujer se quede embarazada durante todo un año.
Se conoce que el embarazo más largo del mundo llegó a durar más de un año, concretamente 375 días; lo más extraño de todo es que el bebé pesaba menos de 3 kilos.
2.- La mayoría de las mujeres sufren desgarros.
Muchas de las mujeres que tienen a sus bebés requieren puntos de suturas para cerrar la zona quirúrgicamente. 9 de cada 10 mujeres sufren algún tipo de desgarre vaginal después del parto, pero hay que tener en cuenta que hay muchos tipos de desgarro. Algunos solo requieren un poco de cuidado y otros algunos puntos de sutura, pero las más graves alcanzan desde la vagina hasta el ano.
Algunos desgarros pueden afectar los músculos. Por otra parte, hay que comentar que el desgarro que alcanza hasta el ano suele ser raro, y solo lo padecen 1 de 100 madres. Es bueno masajear la zona antes de que el niño nazca para minimizar las fisuras, pero aunque esta precaución se mantenga, no quiere decir que el desgarro no se vaya a producir. Al parecer, esta es una de las zonas por las que, para muchas embarazadas, la cesárea empieza a resultar un poco más atractiva.
3.- Erecciones en el vientre materno.
Aunque se trata de un dato que puede resultar incómodo para algunas personas, se trata de algo muy común y completamente natural.
Muchos bebés varones experimentan erecciones cuando se encuentran en el útero materno.
4.- Las contracciones no terminan tras el parto.
Un gran número de madres tienen contracciones algunos días después del nacimiento, por eso, si te ocurre, no tiene por qué tratarse de algo alarmante. Al parecer, estas contracciones responden a la necesidad del útero de volver a la normalidad y del cuerpo de sobrellevar la pérdida de sangre sufrida.
De hecho, si das a luz en un hospital, el tipo de medicación que te suministran puede hacer que prácticamente ni notes este fenómeno.
