Por: Eduardo Delgado
Es factible que a menos de 100 días de su relevo, el gobernador Fernando Toranzo Fernández, esposa e hijos, empezaron a preparar valijas y que esta mañana, mientras “Rico Mac Toranzo” batallaba para cerrar una le informaron que un contingente de taxistas estaba afuera de la Casa de los Gobernadores, lo que le disgustó y se vio obligado a recibir a dos representantes de los ruleteros, a los que les espetó: “No se va a hacer lo que ustedes quieran ni a la hora que ustedes quieran”.
La presencia del “Gober” fue anunciada a las 9:30 de la mañana en un evento en el Museo Laberinto de la Ciencias, hora para la que ya se habían concentrado, frente a la también llamada Casa de Gobierno, decenas de conductores de unidades de transporte de pasajeros en la modalidad de alquiler, lo que quizá motivo el cambio del plan del médico.
También es muy probable que Eduardo González Sierra, al ver el malestar de su jefe, “Rico Mac Toranzo”, marcó al celular al titular de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado para pedirle la presencia de antimotines y enseguida llegaron dos camiones repletos de policías.
Los ruleteros, de la Unión Estatal de Taxistas, no se amedrentaron al ver la las unidades policiacas, que fueron estacionadas sobre la calle de Montes Picachos. Uno de sus compañeros los pidió guardar la calma y así permanecieron más de una hora, apostados sobre el camellón de la avenida Montañas Rocallosas, frente a la residencia marcada con el número 122. “No hagan caso, nosotros venimos de manera pacífica”, les dijo.
A la Casa de los Gobernadores llegaron González Sierra y su cuñado, Joel González de Anda, titular de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes. Un funcionario de la Secretaria de Gobierno trató en vano de persuadir a los taxistas para que se retiraran a Palacio de Gobierno. “Allá los van a atender”.
En respuesta los ruleteros le informaron de la integración de una comisión y que el resto permanecerían frente a la residencia. Es posible que por esa razón “Rico Mac Toranzo” se vio obligado a recibir a representantes de los inconformes.
Los trabajadores del volante exigen 300 concesiones adicionales y se dice que algunos, sin haberlas obtenido todavía, ya las vendieron.
Minutos después de las 10 horas Miguel Serrano y Héctor Sánchez, siguieron los pasos de Benito Ramos, colaborador de González Sierra, para ingresar a la residencia oficial, de la que unos 25 o 30 minutos después salieron regañados.
Caminaron hacia al camellón, donde sus compañeros, más de 60, los rodearon. El primero les dijo que los recibió el Gobernador: “La invitación es para que nos vayamos para palacio de gobierno…porque así como estamos no nos va a apoyar…”, les comentó.
“Uno de los mensajes… dijo que el estudio ni va a ser cuando nosotros queramos ni a la hora que queramos”, añadió. “Lo que no me gusto es que él habla de ejercer presión contra los que ya son concesionarios”, expuso con cierta incomodidad por la presencia de un grupo de periodistas.
Héctor Sánchez les reportó a sus colegas que él le dejo bien claro que “queremos esto antes de que él se vaya, porque ya no podemos esperar más y él dice que se va a hacer antes de que se vaya”.
En una de esas, de manera abierta, Miguel Serrano, les pidió a sus colegas esperar que los representantes de los medios se retiraran para dialogar alejados de estos, para resolver si se instalaban en plantón o se retiraban.
Unos cinco minutos después se retiraron como niños reprendidos y amenazados. Otro que quizá “huyó” por la puerta trasera y también regañado fue González de Anda.
