AMLO firma decreto que protege sitio sagrado del pueblo Huichol en SLP

Antonio González Vázquez

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el presidente Andrés Manuel López Obrador firmó un decreto para proteger de las invasiones territoriales los sitios sagrados y rutas de peregrinación de varios pueblos originarios, entre ellos los Huicholes en San Luis Potosí.

Entre los cinco sitios sagrados protegidos por el decreto presidencial está Wirikuta, en el municipio de Real de Catorce.

Durante la “mañanera” de este miércoles 9 de agosto, López Obrador firmó el decreto correspondiente en el que los pueblos beneficiados son el Huichol, Cora, Tepehuano y Mexicanero, que se ubican en los estados de Jalisco, Nayarit, Durango y San Luis Potosí.

Los cinco sitios indígenas sagrados que protege el decreto son: Isla del Rey, en San Blas, Nayarit; Isla del Alacrán, en Chapala, Jalisco; Cerro Gordo, en San Bernardino de Milpillas, Durango; Wirikuta, en Real de Catorce, San Luis Potosí; y Santa Catarina, en Mezquitic, Jalisco.

El día 3 de marzo de 2022, el presidente recibió en Palacio Nacional a gobernadores tradicionales “wixáricas” y ejidatarios de Wirikuta, reunidos en una ceremonia tradicional para destacar la necesidad de proteger sus lugares sagrados.

Con el decreto, puntualizó el presidente, se pone un alto a las agresiones e invasiones contra las tierras sagradas de los pueblos originarios.

“Por principios, mi gobierno ha tomado la decisión de proteger valores espirituales de nuestros pueblos, que son el corazón del pueblo profundo y la verdad más íntima de nuestra patria. He encargado a todas las dependencias, instruido para que se den cumplimiento efectivo a este decreto, y pongan alto a todas las agresiones, invasiones a sus tierras y lugares sagrados”, señaló.

Wirikuta es el sitio sagrado natural más importante del pueblo Huichol; tiene una superficie de 140 mil hectáreas y cuenta con una gran biodiversidad, por lo que concentra la mayor riqueza de cactáceas por metro cuadrado del planeta.

Es también el desierto donde brota el peyote que los Huicholes ingieren ritualmente para recibir el “don de ver”.

Para el pueblo originario, el Cerro del Quemado es el sitio en el que nace el sol, que es equivalente al nacimiento del mundo. Para celebrarlo, los Huicholes peregrinan desde Nayarit, Jalisco y Durango para realizar rituales de adoración, en los que el consumo del peyote es de gran importancia religiosa.

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