Por Victoriano Martínez
Desde hace ya tiempo, los políticos viven tan preocupados por la próxima elección que ni cuenta se dan de que lo deseable es que trabajen para la próxima generación. Tan es así, que hasta a la actual generación sólo la ven como mero instrumento clientelar con rentabilidad electorera.
Los reportes sobre la asistencia al acto del presidente Andrés Manuel López Obrador en el Centro de Convenciones ubican dos grandes grupos. Uno, los beneficiarios de los programas sociales, marcadamente adultos mayores; el otro, militantes de Morena y del PVEM.
La presencia de los primeros podría considerarse hasta cierto punto una reacción natural de quienes, agradecidos por los apoyos recibidos, desean acercarse a quienes los hicieron posibles, y probablemente hubo no pocos que aprovecharon la posibilidad de asistir con esa intención.
No obstante, la larga fila de camiones que transportaron a los asistentes lo menos que provoca es que se ponga en duda la espontaneidad de esa asistencia. Más aún, cuando uno de los asistentes –una persona de la tercera edad– optó por ofrecer a Astrolabio Diario Digital su experiencia como “acarreado”.
“BUENAS DIAS . LES AGO UNA ATENTA INVITACION MAÑANA DOMINGO EN SANTIAGO. BAMOS A IR A UN APOYO DE LOPEZ OBRADOR. LES PIDO . MUCHO CONTAR CON SU ASISTENCIA. EN SANTIAGO. A LAS 9:20”, tal cual fue el mensaje que recibió vía Whatsapp desde la mañana del sábado.
Muy temprano, el domingo, se le recordó la invitación: “HOLA BUENOS DIAS . PARA RECORDARLES QUE HOY ES EL EVENTO . DEL PRESIDENTE . X FAVOR LLEGAR PUNTUALES A SANTIAGO. 9:20”.
Y lo hizo. Llegó poco antes de la hora indicada y a unos metros del templo de Santiago ya se encontraba un camión de los que después formaron parte de la larga fila en el parque Tangamanga I.
“Sólo documentaré”, dijo para enseguida mencionar que lo que llamó “recolectar ciudadanos” se hacía “con la promesa de darles una sorpresa en su colonia”.
Una recolección que en el Barrio de Santiago tardó más de hora y media, pues el camión comenzó su recorrido hacia el Centro de Convenciones hasta las 11 de la mañana. “Nos dieron una concha, sin nada que tomar”, reportó.
Sus reportes los acompañó con fotografías que tomó con su celular. A las doce del día compartió imágenes ya en el Centro de Convenciones. Mencionó que algunas de las personas que los acomodaban les indicaban que podían estar más cerca del templete en el que estaría el presidente con la condición de gritar consignas de agradecimiento por el apoyo.
En torno a las dos de la tarde, las personas transportadas desde el Barrio de Santiago recibieron un “refrigerio” consistente en una torta de jamón y una botella de agua.
“Por fin llegó”, escribió en un mensaje enviado a las 14:15 horas, que acompañó con una fotografía de López Obrador en su trayecto al presídium.
“Siguen los mismos vicios”, fue su conclusión.
Si bien entre los beneficiarios de los programas sociales hubo personas agradecidas, la forma en que se promovió su presencia representa más un atentado a la dignidad de las personas al aprovechar su condición de vulnerabilidad para hacerlas formar parte de una escenografía temática.
La presencia de acarreados de Morena y del PVEM, por si hiciera falta, contamina un evento que debería estar libre de alusiones partidistas, en tanto que exhibe las ansias de proyectarse como los benefactores, en una maniobra para cerrar la pinza: si ahí se agradecen los apoyos, en las urnas el 2 de junio se habrá de materializar ese agradecimiento.
Una ansiosa urgencia que empujó al gobernador Ricardo Gallardo Cardona a decir que “ya confirmamos en San Luis Potosí la alianza entre el Partido Verde, Morena y el Partido del Trabajo para arrasar en el próximo proceso electoral”.
Poco faltó para que señalara que la visita de López Obrador sella su alianza para darle su anunciada madriza a la oposición en el Estado.
