Frater Ignatius
En la entrega pasada revisamos de manera muy sucinta, la vida de Ricardo Flores Magón. Sostenemos que es uno de los grandes anarquistas de todos los tiempos. Con ideales que rebasan con mucho a varios pensadores extranjeros. Un hombre que detectó las hipocresías tanto de Madero como del mismo Villa y que también desconfió de las luchas de Zapata. Y es que el pensamiento toral de Flores Magón, va hacia las mismas raíces del anarquismo con A mayúscula. Su ideal principal era el despertar del ser humano en completa independencia y libertad. La solidaridad era uno de sus ejes, como veremos a continuación al hacer una revisión somera de sus ideas.
Empecemos con la libertad. Una aspiración legítima y natural del hombre. En este caso, nuestro anarquista siempre es idealista. Hay para Magón una libertad política y una de carácter económico. La libertad política es imposible sin la libertad económica. Por eso es indispensable vivir sin depender de nadie. Es el librarse de alguna manera del trabajo explotado por agentes externos. Resulta necesario poseer un pedazo de tierra a cualquier costo. La libertad es una condición fundamental para poder llegar a un estado de cierta felicidad y tranquilidad. Es una libertad sin límites pero que no dañe la libertad de la especie. Los ejecutores de tal estado serán los trabajadores. Es una idea muy elaborada conceptualmente y radical en su esencia, ya que en sus primeros escritos se refieren a un poner límites dentro de las posiciones del liberalismo clásico.
Otro concepto importante es el de la solidaridad. Es el impulsor del pensamiento anarquista. La solidaridad se expresa también en la actitud de ayuda hacia el otro en toda circunstancia. Sobre todo, tener empatía e intentar y practicar una sensibilidad para con la gente. Una especie de fraternidad universal. Flores Magón define la solidaridad así:
“La solidaridad es fuerza. Se puede limpiar del dedo una gota de agua; pero se requiere la fuerza del arrecife para resistir el empuje del océano. La solidaridad es progreso, pues la vida significa evolución, y la solidaridad es condición de la vida. La solidaridad es armonía, cooperación entre los seres humanos, gravitación para los cuerpos celestes. ¿Qué es la luz solar? La solidaridad de los siete colores del arcoíris.”
La enajenación es un concepto clave en Marx. En el caso del personaje que nos ocupa, es el permitir a los hombres que deseen alcanzar su libertad la total emancipación. Las personas que son borreguiles no deben tomarse en cuenta. Sostiene Flores Magón que “son un lastre que nos hace caminar penosamente”.
Filosóficamente, nuestro anarquista se acerca al empirismo y sostiene categóricamente que la realidad puede ser modificada. Sacudir las conciencias es una de las principales tareas del anarquista. Dice Magón: “Ninguna relación hay entre el pensamiento y la acción”. Enfatiza de esa forma que es muy necesario siempre ser coherente con lo que uno hace y piensa.
Respecto a la naturaleza, nuestro pensador se acerca a los filósofos ilustrados franceses. Esta idea prevalece sobre todo en su etapa puramente anarquista, retomándola varias veces. Hace un paralelismo con los pueblos indígenas que en muchos sentidos conservan una pureza especial.
Respecto a la educación, argumenta que se debe crear una verdadera revolución en cuanto a los sistemas de enseñanza y evitar que se eduque al individuo para perpetrar un sistema injusto.
Reivindica la igualdad en todos los aspectos. El patriarcado tiene virtudes pero también enormes defectos. Incluso aboga por un cierto matriarcado, el cual es más apegado a la naturaleza y tiene más corazón.
La tríada capital, clero y estado son los causantes de gran parte del dolor del hombre. Los tres son las expresiones más fuertes del poder que mantiene sojuzgado a gran parte del conglomerado humano. La idea es erradicarlos, extinguirlos para siempre, con el objetivo de dar paso a un mundo más equitativo, más justo y más libre.