Estela Ambriz Delgado
Para que San Luis Potosí pueda seguir teniendo inversión industrial y de nearshoring es necesario que antes de aceptar más capital, se cuente con soluciones técnicas para el problema de la escasez de agua en la zona metropolitana, a fin de prevenir que el acuífero no llegue a un punto de agotamiento, de acuerdo con el análisis realizado por la maestra en Derechos Humanos, Gabriela Aguirre García.
Ante la posibilidad de la llegada de inversión de China y el pronunciamiento de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) de que se buscará atraer proyectos de nearshoring, la integrante del Consejo Hídrico Estatal señaló algunas de las medidas precautorias que se han concluido del análisis realizado en el Valle de San Luis Potosí.
Antes de abordar estas medidas, explicó que la estrategia del nearshoring surge de la necesidad de transferir parte de la cadena de producción de una empresa, dadas las limitaciones a partir de la pandemia del covid y conflictos bélicos como el de Rusia y Ucrania, por lo que países como México resultan sumamente atractivos para instalarse, dada su cercanía con Estados Unidos.
Sin embargo, Aguirre García señaló que si bien la ubicación geográfica del estado es idónea para estos fines, e históricamente por ello se ha dado un importante desarrollo industrial en el mismo, se deben considerar también las consecuencias negativas en términos ambientales, pues se ha estudiado que la industria automotriz contamina con micro plásticos, de los cuales aún se desconocen sus efectos a la salud y al medio ambiente, y también conlleva un aumento en el consumo de agua potable.
En este sentido, apuntó que si bien el ramo automotriz no requiere de tanta agua, hay plena certeza de que entre más industria llegue al estado habrá más se demanda vivienda para los trabajadores que igualmente arriben, lo que a su vez implica mayor gasto de agua para satisfacer la necesidad de la creciente población, y la falta de garantía del derecho humano al agua, dada la vulnerabilidad del acuífero.
La investigadora consideró que ante el estado en que se encuentra el acuífero potosino, es necesario que las autoridades sean precavidas y tomen en cuenta los factores negativos de este tipo de inversiones, que sí pueden ser posibles, pero hasta que se tengan soluciones técnicas al problema de gestión hídrica.
“No estamos en contra de la inversión directa vía nearshoring, pero también tenemos que ubicar cuáles son las consecuencias negativas, debido a que nuestro acuífero, del que dependemos básicamente, está en riesgo de agotamiento (…) y en ese sentido creemos que por precaución, para no vulnerar más el derecho humano al agua, debemos de ya no aceptar más industria hasta que no tengamos una solución técnica”.