Por Victoriano Martínez
Sobre las fallas en el acueducto de la presa El Realito ninguno de los involucrados quiere perder y sí en cambio buscan proyectarse públicamente como quienes hacen lo mejor que pueden… salvo Aquos El Realito, la empresa directamente responsable, que opta por el silencio total.
El alcalde Enrique Galindo Ceballos se pronunció por la cancelación de la Contrato de Prestación de Servicios tras la segunda falla en el acueducto a muy pocos días de haberse restablecido el suministro de agua desde El Realito.
“Ayer por la mañana se fracturó de nueva cuenta el ducto, y aunque aún lo están confirmando, esto se convierte en una razón para considerar la suspensión de la relación contractual”, dijo el alcalde este lunes.
Y aprovechó para hacer alarde de que ya sólo se necesita menos de la mitad del agua de El Realito por el buen trabajo que realizó para lograr mayor autosuficiencia en el suministro de agua potable en la ciudad.
“Perforamos pozos, perfeccionamos 70 más y creamos contenedores para guardar agua, lo que nos ha dado un beneficio significativo”, aseguró.
¿Podrá visitar las colonias donde padecen la escasez de agua o acudir ante quien inició un juicio de amparo para obligar al Interapas a suministrarle el servicio y presumirle esa autosuficiencia?
Sin hablar de rescisión, pero sí de la aplicación de las penas convencionales incluidas en el Contrato de Prestación de Servicios, Gabino Manzo Castrejón, director de la Comisión Estatal del Agua (CEA), presumió que el Interapas ha obtenido un beneficio financiero significativo derivado de las sanciones impuestas a la empresa.
Se trata de notas de crédito por más de 80 millones de pesos de los últimos dos años que el Interapas pudo descontar de los pagos obligados a la empresa Aquos. Una cantidad que habla de la inoperancia del acueducto y la magnitud del incumplimiento como para que no se haya aplicado la rescisión del contrato.
En julio de 2021, el entonces director de la CEA, Jesús Alfonso Medina Salazar, informó que ya habían iniciado los trámites para la rescisión del contrato con Aquos. ¿Acaso aquel trámite no se concretó porque la actual administración no le dio seguimiento?
La actual CEA, ante la continuidad de las fallas en el acueducto, está obligada a informar sobre ese punto, dado que eso implicaría que desde hace tiempo la irresponsable empresa ya no estaría a cargo y se habrían corregido las deficiencias que provocan las fallas.
Pero el propio Medina Salazar en su momento dejó ver el ánimo con el que habían iniciado la rescisión del contrato: aseguró que llevarla a cabo le resultaría inconveniente al gobierno estatal. Aludía a la cláusula quincuagésima del contrato de prestación de servicios.
Dijo que, si las autoridades determinan que se rescinde el contrato, la administración estatal, además de la operación del acueducto, también tendría que asumir los costos de las reparaciones, lo que representaría un gasto oneroso, ya que no tendrían a quien penalizar por las fallas.
Los responsables del suministro de agua potable en la ciudad –CEA e Interapas– tienen así en la empresa Aquos por un lado el chivo expiatorio a responsabilizar del deficiente abasto de agua potable a la ciudad y por el otro una especie de patiño muy útil para intentar que el público, en lugar de verlos como responsables, los vea como una víctima más que se esfuerza por hacer las cosas bien al sancionar o buscar prescindir de esa empresa.
El hecho es que, a pesar de que han pasado más de tres años con causales de rescisión, la CEA la evita para no responsabilizarse del acueducto como establece el contrato, el alcalde destaca su heroico esfuerzo por lograr la aún ficticia autosuficiencia en el suministro, y la población… bien gracias. Que no deje de padecer por la escasez de agua.