Antonio González Vázquez
Asesinato es la palabra. Homicidio es el delito. Ejecutado es la afrenta. Eso es lo que ocurre en San Luis Potosí donde alcaldes y gobernador han sido rebasados por los asesinos.
En el municipio de Ríoverde, una mujer de 28 años de edad fue asesinada en la habitación de un hotel en el municipio de Ríoverde. Su cuerpo fue localizado al mediodía del 26 de marzo, presentaba una herida profunda en el cuello: la habían degollado. También presentaba golpes en el cuerpo lo que supone que primero fue torturada. Se llamaba Claudia y su victimario le hizo tres tajos con un cuchillo, dos en el tórax y uno en el cuello. La Policía aplicó el protocolo de feminicidio.
En un solar de la cabecera municipal de Ciudad Valles fue localizado el cuerpo de un hombre de unos 25 años de edad, presentaba disparo de arma de fuego y junto a él dejaron una cartulina con un mensaje de un grupo criminal. La cabeza de la víctima había sido cubierta con una bolsa negra. Los hechos, el 26 de septiembre a eso de las once de la mañana cuando unos paisanos vieron el cuerpo tendido de boca entre la tierra y las piedras.
Anochecía en la colonia Obrera en la zona de la periferia del municipio de Ciudad Valles, cuando unos sujetos armados descendieron de una camioneta y sin dilación alguna, le dispararon a un hombre de 49 años de edad. Lo acribillaron en el momento en que estaba por ingresar a su casa. La policía solo supo que la víctima era de oficio pintor pero no fue identificado. Lo mataron con ráfagas de AK-47.
Por la mañana del 27 de marzo, en la comunidad de El Huizache del municipio de Guadalcázar, de lo profundo de un pozo fue rescatado el cuerpo de un joven que había sido declarado como desaparecido el pasado domingo. Fue identificado como Francisco Flores de 27 años de edad. Unos sujetos armados habían levantado a Francisco y a un compañero de éste el domingo por la tarde. Solo encontraron su cuerpo en la noria, a su amigo no lo localizaron aunque la policía planteó la hipótesis de que habría muerto toda vez que el vehículo en que viajaban fue localizado materialmente siniestrado: lo incendiaron por completo sin dejar rastro de la otra víctima.
En la esquina de las calles Honduras y Panamá de la colonia La Libertad del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, obreros que se dirigían a abordar el autobús de pasajeros se encontraron a medio arroyo el cuerpo de un hombre. Estaba envuelto en una cobija de color rojo y azul. Fue localizado a las siete de la mañana del día 28 de marzo; se trató de un hombre de unos 25 años no identificado que presentaba un disparo de arma de fuego en la cabeza. Los amaneceres de ensueño, la paz de la noche que se va ya hace mucho que dejó de ser en esa comunidad asolada por la muerte.
Al despuntar el alba del 28 de marzo, localizaron el cuerpo de un hombre de entre 45 y 50 años de edad. Fue ubicado en terrenos de la Zona Industrial del Potosí en la capital del estado. El cuerpo fue abandonado en un solar del eje 140, ya cerca del tendido de vías México-Laredo. Según la policía, fue asesinado a golpes y todo hacía indicar que se trataría de algún centroamericano indocumentado.
Ese día las balas rompieron el silencio de la noche; ya entrada la madrugada del 30 de marzo fue localizado el cuerpo de un hombre en la cabina de una camioneta. Estaba encobijado y amordazado; presentaba disparo de arma de fuego en la cabeza, misma que tenía envuelta en una bolsa de hule. El cuerpo fue localizado en la avenida Pánfilo Natera de la capital del estado. La Policía Ministerial reportó que el cuerpo al ser trasladado al servicio médico legal no pudo ser identificado.
El día primero de abril, pandillas de la colonia Cactus tomaron como campo de batalla el cruce de las calles Sierra Encantada y San Francisco. Se pelearon a golpes hasta que uno tipo sacó una daga; algunos mejor huyeron, pero alcanzó a herir a uno que, al desplomarse en el piso, recibió sendos viajes del acero hasta dejarlo muerto.
Como a las ocho de la noche del día 3 de abril, la policía recibió aviso de que había una balacera en el fraccionamiento Cactus. Al llegar a la calle Cinco, esquina con Privada San Sebastián, los agentes se encontraron un cuerpo abatido en el pavimento y a unos metros, varios casquillos utilizados. Testigos dijeron a la policía que unos hombres le dispararon a la víctima desde una camioneta blanca en movimiento.
A punto de la medianoche del 3 de abril, un hombre fue ejecutado en la colonia La Lomita del municipio de Ciudad Valles. Ya en la madrugada del día siguiente, autoridades ministeriales que arribaron a la calle Álamo, confirmaron el crimen de un joven que no portaba identificación alguna. Todos entendían que en definitiva, la cosa ya se estaba poniendo muy fea en esa comunidad donde lo que primero son rumores, se confirma luego como una realidad terrible.
Apenas había pasado el mediodía del día 5 de abril cuando unos sujetos armados ejecutaron a un hombre en el barrio de Tlaxcala. A media calle junto al mercado República en el perímetro del centro histórico de la capital del estado, quedó tendido y a su lado junto una cartulina con el mensaje de un grupo de la delincuencia organizada. El individuo no identificado de unos 25 años de edad caminaba por la acera de la calle Moctezuma cuando le cerraron el paso dos personas que le dieron tres disparos en el tórax y vientre.
Anochecía el domingo 8 de abril en la colonia General I. Martínez donde unos pandilleros iniciaron una reyerta que finalizó con disparos de arma de fuego. En una de esas, alguien disparó en tórax y espalda a un niño de seis años de edad que no participaba en el conflicto. Un día después, la policía Ministerial detuvo a un sujeto de nombre, José Ángel, autor del crimen. Ocurren ya cosas terribles e incalificables como la muerte de ese menor que ha dejado en luto a una familia y en una profunda y eterna tristeza a su madre.
Una mujer de 34 años de edad fue acribillada en la colonia Los Fresnos del municipio de Soledad de Graciano Sánchez. Junto con su pareja, salían de un domicilio en la calle Encinos donde se había celebrado una reunión o fiesta. Era de madrugada del 8 de abril cuando los atacaron hombres armados. Ella se llamaba Montserrat y su amigo era policía en la capital del estado. Él se llamaba Fernando y tenía 38 años de edad. Los cuerpos quedaron juntos en la acera y a su lado, decenas de casquillos percutidos e incluso, una granada que no alcanzó a detonar; fue hasta las siete de la mañana cuando se dio aviso a la policía. Se reportó que se había activado el protocolo de feminicidio.
Por la mañana del día 9 de abril, en Soledad de Graciano Sánchez, fue localizado un vehículo en cuyo interior yacía el cuerpo de un elemento de la policía de ese municipio. Lo acribillaron minutos después de que había concluido el turno de trabajo. Darían las ocho de la mañana cuando automovilistas que pasaban por el bulevar del Río Santiago vieron el auto abandonado entre la calle Negrete y el puente de la colonia El Morro, de Soledad de Graciano Sánchez, lugar donde tuvieron a la vista el vehículo reportado y en su interior el cuerpo sin vida de quien fue identificado como Juan Andrés y quien se desempeñaba como policía municipal. El auto presentaba diversos disparos por proyectil de arma de fuego, los cuales además impactaron en el cuerpo del oficial, por lo que posteriormente perdió la vida a consecuencia de las heridas.
Empezaba el viernes 13 de abril cuando los sistemas de emergencias recibieron el reporte de que en la carretera federal Matehuala – San Luis, kilómetro 108, a la altura de la comunidad El Huizache, en Guadalcázar, se encontraba un hombre sin vida en el interior de un automóvil. Pésima forma de empezar el día. Policías federales llegaron al lugar y se plantaron ante un vehículo Chevrolet Aveo y a través de los vidrios observaron el cuerpo sin vida de un hombre que se encontraba en la cajuela y una parte de su cuerpo salía por los asientos traseros que se encontraban abatidos hacia adelante.
Muy de mañana el día 13 de abril, en la zona industrial, obreros que terminaban el turno de las seis de la mañana, llamaron a la policía porque en un lote baldío alcanzaron a ver los restos de un hombre envuelto en una cobija. El cuerpo estaba en el Eje 110, junto a un camino sin pavimentar, detrás de una bodega La policía no logró establecer la identidad del cadáver que pasó a la lista de los ejecutados desconocidos.
Entre las calles Espinoza y Cuevas en la peligrosa colonia Julián Carrillo unos sujetos armados que viajaban en una motocicleta abrieron fuego para dar muerte a un hombre de unos 35 años de edad. Los hechos ocurrieron el día 13 de abril. Fueron dos las víctimas, un muerto y un herido, Estaban parados afuera de un taller de reparación de bicicletas cuando los atacaron.
El viernes 13 de abril fue terrible, hubo cuatro ejecuciones, una de ellas, en la colonia Rivas Guillén en el municipio de Matehuala. En una zanja, en la mañana grisácea, alguien observó un gran bulto con formas humanas, hasta ahí llegó la policía que recuperó el cuerpo abatido con arma de fuego. Eran las diez de la mañana cuando habitantes de esa colonia dieron aviso a la policía de que habían descubierto una persona ya perpetuamente inmóvil.
Yadira tenía quince años y la mataron brutalmente. En la madrugada del 14 de abril, su cuerpo fue localizado en un solar de la comunidad de Camino Viejo a la Paz en el municipio de Matehuala. El cadáver de la menor presentaba heridas propias de actos de tortura como quemaduras en el cuello, brazos y en el vientre, reportaron las autoridades ministeriales que acudieron a la zona del hallazgo luego de recibir una denuncia anónima. Familiares de la víctima reconocieron el cuerpo, que ya incluso presentaba estado de descomposición. Yadira había desaparecido de su hogar en Matehuala hacía tiempo; aunque no se especificó desde cuándo.
Un hombre de 40 años de edad que estaba por ingresar a su domicilio en la colonia La Constancia del municipio de Soledad de Graciano Sánchez, fue abatido a tiros por hombres armados. Según la Policía Ministerial, casi a la medianoche del 15 de abril, la víctima recibió ocho disparos en distintas partes del cuerpo. Los hechos ocurrieron durante la madrugada cuando la víctima, de nombre José Luis N., fue acribillado. Sus familiares lo alcanzaron a trasladar aun con vida al Hospital General de ese municipio, pero ya llegó sin vida. El Ministerio Público tomó conocimiento de los hechos en ese nosocomio. La Procuraduría General de Justicia abrió la carpeta de investigación correspondiente, aunque no estableció el móvil del crimen ni quienes fueron los agresores que habían huido tras el ataque.
Un hombre fue ejecutado en la tienda de abarrotes donde acompañaba a su pareja en el municipio de Cerritos en la Zona Media del estado. Terminaba el domingo 15 de abril cuando en la calle Rafael Nieto en la cabecera municipal, dos hombres encapuchados hicieron alto frente a la tienda y dispararon para dar muerte un hombre de 26 años de edad. La víctima recibió un disparo en la cabeza.
A eso de las ocho de la mañana del 17 de abril, en la lateral de la carretera San Luis-Querétaro, a la altura de la colonia Las Mercedes en la capital del estado, un automovilista fue ejecutado. En la calle Yugoslavia, un vehículo modelo Versa quedó atravesado en la vialidad y el cuerpo de la víctima asomaba por la puerta abierta. Según la policía, un joven de nombre Aaron de 28 años de edad, circulaba por la calle cuando otra unidad le alcanzó y en movimiento, le dispararon.
Al cuarto para las seis de la tarde del día 17 de abril, Francisco fue ejecutado en la colonia Olivar de las Ánimas en el municipio de Matehuala. El crimen ocurrió en un negocio de lavado de automóviles. Al lugar en la calle de Independencia llegaron dos hombres armados, descendieron de la motocicleta e ingresaron al establecimiento. Al ubicar a Francisco de 28 años de edad lo acribillaron y dejaron herido a un joven de 18 años de edad.
En el amanecer del día 18 de abril colgaron de un puente a un hombre que había sido ejecutado. Semidesnudo, fue colgado de una soga del puente de Periférico Norte a la altura de la comunidad de Peñasco. Un par de horas estuvo suspendido hasta que se desplomó el cadáver y fue hasta que estaba en la carretera cuando arribaron las autoridades a tener conocimiento de tan dantesco hecho. La víctima no fue identificada por la policía; además se levantó del lugar una cartulina con un mensaje atribuido al crimen organizado.
El día 18 de abril, sujetos armados abrieron fuego contra una tienda de conveniencia en la comunidad de “El Carmen” del municipio de Matehuala. Los hechos ocurrieron en la tienda “Sánchez”; los agresores arribaron en camionetas y atacaron al establecimiento, las balas impactaron el local y dieron muerte al propietario, mientras que un menor de siete años fue herido en la pierna.
Julio solo tenía 17 años de edad cuando lo mataron. Manejaba su vehículo, un Stratus gris por calles de la peligrosísima colonia San Luis Rey, cuando al ingresar a la calle Laguna de Chapala, desde otro vehículo le lanzaron metralla. Corrían apenas las nueve de la noche del 19 de abril, de modo que Julio salió a pasear; pero ya no regresó a su casa. La policía llegó al lugar de los hechos y cerca del auto levantaron un puñado de casquillos de bala; el cuerpo de la víctima estaba tendido hacia su costado izquierdo.
El día 21 de abril, agentes de la Dirección de Seguridad Pública de la capital hacían rondín de vigilancia por la avenida Morales-Saucito a eso de las 11 de la noche. De súbito, fueron atacados por hombres armados que viajaban en una camioneta Explorer de color gris. En la patrulla número 3600, los elementos agredidos intentaron escapar pero colisionaron con autos estacionados hasta chocar contra un árbol en la calle aeronáutica de la colonia Valle del Tecnológico. Uno de los agentes heridos, falleció durante la madrugada del 22 de abril en un hospital privado.
El 22 de abril, un agente de la Policía Municipal de Cerro de San Pedro fue ejecutado. Su cuerpo fue localizado en un camino de ese municipio muy cerca de la carretera San Luis-Ríoverde; su cuerpo yacía junto al de otro hombre que además fue decapitado. Los restos de ambos estaban a medio camino. Cerca del auto en el que viajaban.
Por la tarde del 22 de abril en la colonia Rancho Pavón, perteneciente a Soledad de Graciano Sánchez hubo dos ejecuciones. En la madrugada de este domingo, los sistemas de emergencias recibieron el reporte que en la calle Viento de Pavón, se encontraban dos cuerpos sin vida a consecuencia de disparos de arma de fuego. De inmediato las corporaciones policiales acudieron al sitio, actuando como primer respondiente la autoridad municipal. Al iniciar las investigaciones se supo que sujetos desconocidos llegaron a bordo de una camioneta blanca y accionaron sus armas en contra de un hombre de 33 años y otro de 27 años.
Aproximadamente a las cinco de la mañana del día 25 de abril, habitantes de la comunidad de Jesús María del municipio de Santo Domingo se encontraron dos cuerpos abandonados a media calle. Sus asesinos, los maniataron de pies y manos, además de cubrirles el rostro con sus propias camisas: los dos fueron ejecutados de certeros disparos de arma de fuego en la cabeza. Eso no fue todo durante esa mañana, en la comunidad de Illescas de ese mismo municipio, fue localizado el cadáver de otro hombre que fue ejecutado en condiciones similares.
Y ese mismo día 25 de abril, en la comunidad denominada El Barril del municipio de Villa de Ramos fue localizado el cuerpo de un ejecutado de idéntica manera que los de Santo Domingo. Maniatado y con la cabeza envuelta con una camisa de color gris. La Policía Ministerial reportó ese día que trabajaba en la identificación de las cuatro personas occisas, así como investiga el móvil de estos homicidios y si tienen alguna relación entre sí.