Por Victoriano Martínez
Este miércoles, los bomberos festejaron su día, en conmemoración a la creación del primer cuerpo de bomberos de México, en Veracruz, hace 145 años.
Para el Cuerpo de Bomberos Metropolitanos San Luis Potosí el festejo se da con la perspectiva de contar con recursos para dos meses, y con cuentas por cobrarle al Ayuntamiento por alrededor de dos millones y medio de pesos.
Desde que el 13 de agosto de 2009 el Cabildo aprobó que el 15 por ciento de las utilidades de los parquímetros se entregaran a los Bomberos, la historia ha sido la misma.
Alcaldesa y alcaldes que en los últimos cuatro trienios, incluido el que está por terminar, desvían impunemente los recursos que la ciudadanía les entrega, vía parquímetros, para fines muy específicos en aquel acuerdo de Cabildo.
Un 60 por ciento para el fondo de pensiones, un 15 por ciento para el fideicomiso del Centro Histórico, un 10 por ciento para infraestructura en el centro de la ciudad, y el 15 por ciento para los Bomberos.
De esos cuatro trienios, en el actual es en el que la opacidad ha sido verdaderamente extrema.
Hasta el trienio anterior, cuando menos se hacía público un documento mensual titulado “Análisis Operación de Parquímetros”, en el que se reportaban desglosados los ingresos, los egresos y el remanente a distribuir conforme a aquel acuerdo.
Si a pensiones, al centro histórico y a infraestructura llegaban los recursos se desconoce. Resultan entes tan difusos, que no se sabe quién podría reclamar esos fondos.
Pero en el caso de los Bomberos, la idea que se vendió a la ciudadanía para justificar los parquímetros es que sería una forma de garantizarles ingresos para contribuir a resolver el sostenimiento de sus operaciones.
Que no les lleguen los fondos no sólo es un desvío de recursos que el Ayuntamiento capta con un fin específico, sino un atentado a la ciudad al dejar desprotegido a un equipo de trabajo que asume la protección de sus habitantes en casos de incendios.
“Como ni siquiera lo tienen en sus sistemas de transparencia, pues no sabemos cuánto facturar”, expresó este miércoles Mauricio Hermosillo Escudero, presidente del Patronato de Bomberos, en clara referencia al documento que la administración de Ricardo Gallardo Juárez dejó de publicar.
Uno de los perjuicios de la opacidad de una administración mentirosa al grado de presumir cada año tener el primer lugar en transparencia.
Pero no sólo eso, en el colmo de la hipocresía, una búsqueda de información sobre los parquímetros y el pago a los Bomberos en el sitio Web del Ayuntamiento permite localizar, en los últimos nueve meses, tres comunicados oficiales en los que la actual administración los apoya, les reafirma y les refrenda el apoyo.
Un comunicado el 20 de octubre de 2017, otro el pasado 3 de febrero y uno más el 7 de junio. Debe haber más. Eran tiempos de promoción de imagen.
Este Día del Bombero, el alcalde no sólo los ignoró porque ya no se promociona como antes, sino que el tesorero mintió al afirmar que estaban al corriente en los pagos.
Comparada con la administración anterior, la de Gallardo Juárez habrá de terminar con más del doble como deuda con los Bomberos.
Y es que Gallardo Juárez no sólo les ha regateado los recursos de los parquímetros en los que su papel es de sólo recabarlos y entregárselos, sino que también se ha quedado con los ingresos por los dictámenes de seguridad que los Bomberos han realizado y por los que les adeuda 814 mil pesos.
Sí, Gallardo Juárez no ha entregado a los Bomberos ni los ingresos que ha cobrado por el producto del trabajo que realizan como institución dictaminadora de riesgos.
En el Día del Bombero, a nueve años de creada la expectativa de resolver su precariedad económica, un alcalde como Ricardo Gallardo Juárez llega al extremo del incumplimiento, que el Cuerpo de Bomberos Metropolitanos reporta contar con recursos sólo para los próximos dos meses.
