María Ruiz
En el marco del Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez que se celebra cada 15 de junio, la Unidad de Atención a la Violencia Intrafamiliar (UAVI) en Soledad de Graciano Sánchez alertó sobre un incremento considerable de casos de maltrato contra mujeres adultas mayores en el municipio.
La encargada de la UAVI, Miriam Castillo Moreno, informó que aproximadamente el 80 por ciento de las denuncias recibidas corresponden a mujeres de la tercera edad que sufren maltrato por parte de sus hijos y parejas, pero se niegan a denunciar a sus agresores.
Explicó que este fenómeno representa un desafío para las autoridades, ya que muchas de estas mujeres justifican la violencia sufrida como parte de un patrón cultural o de crianza.
Por ello, Castillo Moreno remarcó que es fundamental brindar apoyo y concientizar a las mujeres adultas mayores sobre la importancia de salir del ciclo de violencia en el que se encuentran.
“La asesoría psicológica, el apoyo jurídico y las medidas de seguridad proporcionadas por las instituciones pertinentes son herramientas clave para romper con esta situación. Es crucial que estas mujeres se sientan empoderadas para denunciar y hacer valer sus derechos”.
Apoyar a las mujeres adultas mayores para que denuncien el maltrato ejercido por sus familiares es un paso fundamental en la lucha contra la violencia intrafamiliar, por lo que la abogada explicó que sólo a través de la denuncia y la intervención de las autoridades competentes se podrá garantizar su seguridad y bienestar.
También reconoció que las adicciones en hombres jóvenes soledenses se ha convertido en un preocupante factor que contribuye a la violencia física contra sus madres de la tercera edad.
Detalló que esta problemática no solo afecta la seguridad y bienestar de las mujeres mayores, sino que también resalta la necesidad urgente de abordar la salud pública para reducir estas violencias.
“Las adicciones llevan a comportamientos agresivos e impredecibles, exacerbando las tensiones familiares y resultando en maltrato hacia quienes deberían ser cuidadas y respetadas. Es imperativo implementar programas de prevención y tratamiento de adicciones, así como reforzar el apoyo psicológico y jurídico para las víctimas, para crear un entorno más seguro y saludable en la comunidad”.