María Ruiz
En un intercambio de diálogo participativo entre estudiantes y personal docente, se llevó a cabo una mesa de información sobre el panorama de la Educación Sexual Integral (ESI) en el marco del Segundo Foro de Prevención, Atención a la Violencia de Género y Políticas Institucionales para la Igualdad en las Instituciones de Educación Superior.
La Defensoría de los Derechos Universitarios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) organizó este espacio para abordar temas fundamentales relacionados con la sexualidad y la igualdad de género.
María de Lourdes Miranda Herrera, docente e integrante de la Unidad para la Igualdad de Género y de Derechos Humanos de la Facultad de Enfermería y Nutrición de la UASLP, destacó la necesidad de incorporar a las disidencias sexuales en los espacios universitarios.
De acuerdo con la docente, existen tres puntos clave para trabajar la ESI dentro de las universidades, entre ellos que las universidades no fueron originalmente diseñadas para mujeres, pues a lo largo de la historia, estas han luchado para permanecer en espacios académicos.
Además, en el contexto actual de la violencia feminicida en México, es crucial para reconocer que estos espacios están en constante disputa y deben adaptarse para incluir a todas las identidades de género.
El segundo punto fue la relación entre las universidades y las estudiantes, el cual consideró un aspecto relevante.
María de Lourdes sugiere hacer un recorrido histórico para comprender cómo las instituciones educativas han evolucionado en su relación con las mujeres y cómo pueden mejorar.
El tercero tiene que ver con la interseccionalidad y disidencias, en donde la educación sexual debe abordar la interseccionalidad y considerar las diversas identidades presentes en las universidades.
Por otro lado, Jocelyn Martínez, integrante de la organización civil Mutelas, licenciada en Psicología por la UASLP y educadora integral de sexualidad con perspectiva de género y derechos humanos, enfatizó en la necesidad de una educación sexual integral en los espacios universitarios.
Ha detectado desafíos como el poco interés institucional, pues refirió que en algunas facultades la educación sexual aún es una materia “optativa” o un tema de relleno en su educación al que le prestan poco interés.
Un panorama que dijo es preocupante, ya que no todas las personas reciben esta formación esencial. Por lo que instó a que se promueva la ESI como parte del tronco común de las carreras universitarias y no solo como una opción.
“La ESI debe preparar a los estudiantes desde una perspectiva crítica, fomentando el autocuidado y la responsabilidad hacia los demás. No se trata solo de planificación familiar, sino de comprender la sexualidad en su complejidad”, dijo.
Por último, tanto María de Lourdes como Jocelyn coincidieron en que la Educación Sexual Integral debe ser un pilar en las universidades de San Luis Potosí; su integración romperá barreras, incluirá a todas las identidades y promoverá una visión crítica y completa de la sexualidad, lo que son pasos esenciales para una formación universitaria enriquecedora y equitativa.