María Ruiz
Luego de más de un año de lucha por el derecho al acceso a la información pública y nueve meses de gestiones constantes, habitantes de las colonias Quintas de la Hacienda, Quintas de los Morales, Cactus y Los Gómez han logrado la construcción de un puente peatonal sobre la carretera federal 70.
Sin embargo, aunque la obra aún no ha sido oficialmente autorizada para su uso, decenas de personas ya lo han comenzado a cruzar ante la necesidad de una movilidad más segura.
El proyecto nació gracias a la insistencia de Montserrat Luna y un grupo de mujeres de la zona, quienes impulsaron la petición a través del Laboratorio Ciudadano para el Aprovechamiento del Derecho de Acceso a la Información Pública, impartido por Samuel Bonilla Núñez, coordinador del programa Transparencia para Tod@s. Su esfuerzo rindió frutos y, finalmente, la obra fue aprobada.
No obstante, aunque el alcalde de Soledad de Graciano Sánchez, Juan Manuel Navarro Muñiz, anunció recientemente que aún faltarían algunas semanas para completar el proyecto, los habitantes han decidido no esperar más.
“Es una realidad el puente peatonal. El día de hoy lo están utilizando, sin embargo, aún no hay autorización para ello”, comentó Montserrat Luna.
Desde la semana pasada, peatones han comenzado a cruzarlo; trabajadores de la zona, madres de familia, escolares y personas con discapacidad ven en el puente una alternativa segura, a pesar de la falta de señalización oficial.
“Me tocó ver cómo personas pasaban por ahí y, en lo personal, vi a muchos trabajadores cruzar todos los días, pero nadie nos ha dicho si ya es un producto terminado”, agregó Luna.
Vecinos han expresado su preocupación por algunos detalles de la obra.
“¿Alguien habrá dado la autorización de que se use el puente? No sé si se percataron que se mueve mucho, se siente que se balancea y tiembla”, mencionó una madre de familia.
Otro testimonio coincidió: “También sentí el movimiento, más en las rampas del lado del colegio”.
Además, algunos usuarios han señalado que aún hay detalles sin concluir, como cables expuestos y la falta de señalización.
“Sería bueno que pusieran alguna señalética o, por lo menos, algo que obstruya el paso, para que las personas sepan que aún no se puede usar”, propuso otro vecino.
Si bien el puente peatonal representa un logro ciudadano, Monserrat comprende que este tipo de infraestructura prioriza la circulación de los automóviles en lugar de garantizar cruces seguros a nivel de calle, tal como han adverridi especialistas en movilidad.
Sin embargo, la zona donde se construyó carece de reductores de velocidad y señalización adecuada para proteger a los peatones en caso de un cruce directo.
A pesar de esto, para los habitantes la urgencia de moverse de manera segura pesa más que la espera por la inauguración oficial.
“Esto es lo que estamos viviendo ahora, la duda de utilizarlo o no, pero también se requeriría señalética, porque no tenemos el teléfono de todos los peatones y a ellos les urge moverse de manera segura”, concluyó Montserrat Luna.
El puente está ahí y la necesidad de seguridad también. Ahora, queda en manos de las autoridades garantizar que la estructura cumpla con los estándares adecuados y que, como dijo el alcalde, sea inaugurada la próxima semana.