Autopista a Matehuala: ahora adelantar el daño ecológico

Por Victoriano Martínez

El Grupo Valoran, a través de la empresa Infraestructura Potosina de Carreteras, S. de R.L. de C.V., el pasado 5 de abril no logró convencer a los ejidatarios de El Peyote, en Guadalcázar, de venderles por un “pago miserable” 29 hectáreas para el trazo del último tramo de la carretera de cuota San Luis Potosí – Matehuala.

Afuera de la asamblea del frustrado intento de despojo de tierras en el Ejido El Peyote, ejidatarios de San Lorenzo, Peotillos y La Tapona, quienes tampoco han aceptado cerrar negociaciones con la empresa sobre las tierras que tendrían que aportar al trazo de la autopista, estuvieron al pendiente de lo que ocurría.

Este viernes 25 de abril, la empresa dejó ver lo que podría ser su nueva estrategia de ocupación del territorio que requiere para su millonario negocio: recurrir a provocar hechos consumados de difícil reparación ante los que la única alternativa sea dejar pasar por ahí la nueva autopista.

Un grupo de ejidatarios de La Tapona, quienes conformaron un Comité de Lucha, denunciaron la realización de obras de desmonte por parte de la empresa constructora de carreteras que destruye una zona de reforestación, además de dos potreros en los que se desarrolla un programa de la Comisión Nacional Forestal con vigencia de 2022 a 2026.

A través de un video, los ejidatarios señalan que no han recibido información por parte de ninguna instancia gubernamental ni de la propia empresa sobre lo que se pretende realizar en su territorio.

“Estamos en espera de que se nos informe realmente lo que se pretende realizar, y estamos convencidos de que podremos lograr algo así como (en el Ejido El) Peyote. No vamos a dejarnos, no vamos a caer en provocaciones, pero tampoco vamos a permitir que se nos pisoteen nuestros derechos”, advirtió el vocero.

El colectivo La Sierra de San Miguelito somos todos denunció en su cuenta de Facebook las maniobras de la empresa que no cuentan con autorizaciones de la Dirección de Impacto Ambiental de la SEMARNAT, además de que advirtió que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se encuentra lista para intervenir.

De acuerdo con la información documentada en videos y fotografías por parte del Comité de Lucha, las maniobras de la empresa pudieron dañar miles de plantas de maguey y de nopal que la Conafor mantenía, como parte de su programa de reforestación, en los dos potreros afectados.

Consideraron que se trata de obras que tendrían que contar con una Manifestación de Impacto Ambiental para lograr ser autorizadas por la SEMARNAT, además de que no puede tratarse de que lo realicen con permisos estatales o municipales porque no tienen jurisdicción en tales autorizaciones.

La labor para documentar los daños provocados por la empresa incluye la identificación de al menos 100 especies protegidas y en riesgo de extinción que resultaron afectadas, sobre las que ya trabaja un grupo de especialistas para su clasificación, poque corresponden al Área Natural Protegida (ANP) Reserva Estatal Real de Guadalcázar.

La destrucción ecológica se da a unos días de que se citó para mañana 27 de abril a una asamblea ejidal en La Tapona, en segunda convocatoria, con un orden del día similar al de la asamblea del 5 de abril en el Ejido El Peyote, en la que los ejidatarios rechazaron la oferta de compra de sus tierras por parte de los representantes de Infraestructura Potosina de Carreteras, S. de R.L. de C.V.

Si los ejidatarios de La Tapona se encontraban en alerta tras conocer la resistencia a la que se vieron obligados sus vecinos de El Peyote, la maniobra ecocida por parte de la empresa ha generado un ambiente de crispación en la región, que incluye a los ejidatarios de San Lorenzo y Peotillos.

La de mañana en La Tapona será una asamblea ejidal en la que nuevamente se confronte el abusivo acoso empresarial sobre un territorio de propiedad social con la reacción de ejidatarios que advierten que “vamos a permitir que se nos pisoteen nuestros derechos”.

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