SEGE se compromete a resolver conflictos en preparatoria de Mexquitic

Carlos Rubio

A las 7:30 de la mañana de este lunes, los habitantes de la comunidad de San Marcos del municipio de Mexquitic de Carmona, rompieron la cadena que mantenía cerrada la preparatoria Cosme Damián Carmona y de forma pacífica, sacaron a los miembros de Antorcha Campesina que custodiaban las instalaciones.

Después de dos años de no ser atendidos por las autoridades educativas, los comuneros de San Marcos Carmona decidieron tomar acciones de resistencia civil y recuperar con sus propias manos la preparatoria que construyeron en el 2002, y que desde 2019 les fue arrebatada.

La preparatoria era administrada por una asociación civil constituida por los habitantes de la comunidad, sin embargo, en el ciclo escolar 2019–2020, el entonces director José Octaviano Patiño Cuevas se adueñó de la escuela, despidió a los profesores y contrató a nuevas personas que pertenecen a Antorcha Campesina.

Además, desconoció toda acción legal que realizaron los comuneros para destituirlo.

Los padres de familia y los miembros de la asociación civil aprovecharon el regreso a clases de este 30 de agosto para buscar retirar a los antorchistas de sus instalaciones, y que sus hijos pudieran comenzar el nuevo ciclo escolar.

Afuera de la escuela se aglomeraron al menos 30 personas entre padres, profesores y alumnos que buscaban ingresar.

Los jóvenes portaban su uniforme y cargaban cartulinas con la exigencia de que les permitieran regresar a su escuela. Los adultos que los rodeaban sabían cuál era su único objetivo: volver a clases.

Una vez que entraron al lugar, había personas que habían pasado la noche en los salones. Minutos después arribaron en dos patrullas sin placas, siete agentes de la policía municipal de Mexquitic; dos de ellos estaban armados.

Un breve conflicto se dio una vez que los comuneros entraron a las instalaciones y dos mujeres quisieron impedirlo; sin decir quiénes eran ni de dónde venían, las mujeres grababan con sus celulares y gritaban, sin embargo, no mencionaron la razón de su descontento.

Al cabo de una hora y media de iniciada la toma de la preparatoria, al lugar llegaron autoridades educativas de la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado (SEGE), incluido el jefe del Departamento de Educación Media Superior, Gilberto Ávila Juache, quien fue señalado por los comuneros de estar en contubernio con el anterior director Octaviano Patiño, razón por la que no habían recibido solución en el caso.

En cuestión de una hora y con al menos cinco llamadas, Gilberto Ávila Juache adquirió compromisos que, de cumplirse, solucionarían todo el conflicto que ha arrastrado la comunidad desde hace dos años.

Por lo que los habitantes de San Marcos se cuestionan por qué las autoridades educativas actuaron hasta que decidieron manifestarse, con el riesgo de que el problema pudo haber pasado a mayores.

En primer lugar, Ávila Juache se comprometió a que ningún estudiante sufrirá afectaciones en su vida escolar por el conflicto de la comunidad y los miembros de Antorcha Campesina, por lo que todas las materias que hayan cursado serán validadas.

En segunda instancia, aseguró que entregaría los 16 certificados a los estudiantes de preparatoria que, según la comunidad, estaban retenidos desde hace meses por parte de la SEGE.

De manera sorpresiva y con tan solo una llamada, Gilberto Ávila aseguró que los certificados estaban listos en las oficinas para ser entregados desde hoy. Los padres de familia mencionaron que, al haberles retenido dichos documentos durante meses, sus hijos no pudieron inscribirse a una universidad este año.

Como tercer compromiso adquirido, el jefe de Educación Media Superior dijo a la comunidad que hoy entregaría lo equivalente a cinco meses de subsidio que había sido retenido desde hace 15 meses, el cual se les brinda a las escuelas comunitarias para su operación.

Además, aseguró que, a más tardar el 15 de septiembre, entregaría lo equivalente a otros cinco meses del recurso.

Finalmente, y ante la incertidumbre de los padres de familia, Ávila Juache comentó que la única directora es Lorena Torres López, designada mediante una asamblea comunitaria y que en los próximos días le será entregada su contraseña para ingresar al sistema y registrar a los alumnos.

Agregó que dialogaría con el exdirector Octaviano Patiño y le retiraría las llaves de las instalaciones para entregárselas a la directiva de la escuela.

La asociación civil, los padres de familia y los comuneros estuvieron conformes con las propuestas, sin embargo, comentaron que estarían a la espera de que sean cumplidas, ya que en dos años las autoridades educativas no pudieron resolver nada y “sorpresivamente” hoy acabaron con el conflicto con tan solo un par de llamadas telefónicas.

Una vez que los miembros de la SEGE abandonaron el lugar, los comuneros entraron a los salones de clase para revisar en qué condiciones se encontraban y si era posible que los jóvenes iniciaran sus actividades de manera inmediata, sin embargo, ante el visible deterioro que presentaban las aulas, deberán realizar arduas labores de limpieza para poder arrancar el nuevo ciclo escolar.

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