Ciudad de México (11 de junio de 2015).- Esta prenda de uso tan común en la era victoriana se usa actualmente como una lencería sexy; pero muchas famosas la usan para afinar la cintura, aplastar el abdomen, bajar de peso o recuperarse después del parto. Esto ha llevado a los médicos a cuestionar su utilidad y advierten que su uso puede resultar perjudicial.
A fines de 2014, Kim Kardashian admitió en su cuenta de Instagram que estaba obsesionada con lo que llamó “entrenamiento de cintura”. Por su parte, Jessica Alba confesó que usó uno encima de otro el día entero por toda una semana durante varios meses, con la idea de que la ayudaran a recuperar la figura después del parto.
Así pues, el corsé es algo más que una prenda sensual para reavivar el fuego de la pareja. Se le considera un aliado para conseguir la deseada figura de reloj de arena. Pero…
¿Realmente ayudan a modelar el cuerpo?
En un artículo publicado por CNN, el doctor Andrew Miller, cirujano plástico en Nueva York, sostiene que no sirven para eso. Agrega que tal vez podrían ayudar a bajar de peso indirectamente, ya que al tener el estómago comprimido, no se expande con la ingesta y se logra saciedad a los pocos minutos de haber empezado a comer. La compresión también obliga a comer en porciones más pequeñas, por eso reduce la cantidad de calorías diarias, y así se baja de peso.
Por su parte, la doctora Caroline Apovian, profesora de medicina de la Universidad de Boston, señala en el mismo artículo que los corsés no son adecuados para bajar de peso. Y la silueta que se logra con ellos… no perdura un tiempo después de haber dejado de usarlos. No hay estudios que demuestren la utilidad de este tipo de prenda, pero sí uno que intentó demostrar que su uso durante 12 a 16 horas por día, luego de una dieta para bajar de peso, evita volver a subir. Pero los voluntarios abandonaron el estudio porque les resultaban muy incómodos.
Además de su cuestionada utilidad, Apovian señala que muchas personas tienen arcadas y sienten ganas de vomitar. Y esto es un riesgo para muchas adolescentes que pueden llegar a desarrollar desórdenes alimentarios. También puede llegar a causar reflujo por la exagerada compresión en el abdomen. Personas con concentraciones adiposas en la zona media pueden llegar a padecer acidez o ardor estomacal por la presión en el abdomen.
De elegirse uno demasiado pequeño, puede afectar el normal caudal de aire que ingresa el organismo, aumentando el riesgo de contraer neumonía y otras infecciones pulmonares.
Competencia por la cintura más pequeña.
En la actualidad hay una estadounidense, Cathie Jung, nacida en 1937, que es dueña del récord mundial por tener una cintura de 38,1 centímetros; Michele Koebke, alemana de 24 años, intenta robarle el título logrando una cintura de 38 centímetros. Para ello, lleva usando corsé día y noche, y su cintura pasó de 64 a 44 centímetros. Pero el uso de esta prenda debilitó sus músculos abdominales y su estómago fue empujado fuera de su posición horizontal normal, por lo que ahora está tan apretado que tiene que comer hasta 10 comidas pequeñas al día en lugar de las tres habituales.
Durante un reportaje en video, un especialista en medicina interna le dijo a la alemana que de seguir así, con el tiempo no podrá caminar sin el corsé, o en el peor de los casos, no podrá moverse.
¿Podrá llegar caminando a recibir su premio, si logra derrotar a Jung?
Fuente: Prodigy Msn.