Ayuntamiento-Antros, la confrontación que viene

Por Victoriano Martínez

La clausura y rebeldía del antro Greko Latinos sólo es la continuación de una historia en la que la queda exhibida la inconstante acción de la autoridad municipal para aplicar la ley en ese tipo de negocios por todos los rumbos de la ciudad, no sólo en el Centro Histórico.

Los últimos dos fines de semana del mes de febrero, en distinto antros del primer cuadro de la ciudad se registraron sendos homicidios, ante los que el gobierno municipal que encabeza Enrique Galindo Ceballos reaccionó con lo que llamó Operativo Sello.

Corría la tercera semana de semáforo epidemiológico en color verde, y la reactivación de la vida nocturna parecía tomar por sorpresa a los cuerpos de seguridad e inspección municipales.

“La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana encabezó el operativo para emprender acciones transversales para recuperar la seguridad del Centro Histórico”, informó el Ayuntamiento en un comunicado en el que anunciaron recorridos de sobrevigilancia con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Guardia Nacional.

Los antros del centro de la ciudad dejaron de ser noticia sobre eventos violentos y trágicos, lo que proyectaba la imagen de un operativo que había logrado poner orden hasta que la madrugada de este pasado domingo se clausuró el Greko Latino y por la noche los propietarios rompieron los sellos y abrieron sus puertas en un acto de rebeldía.

Quizá un antro rebelde no haga una rebelión, pero en la reacción del alcalde Galindo Ceballos se denota que no se trata de un caso aislado.

En 21 fines de semana que lleva en funcionamiento el Operativo Sello, las infracciones en las que han incurrido los antros no se han hecho públicas, pero de que las hay debe serlo de tal forma al grado de que la descripción que hace el alcalde es que, aunque están de acuerdo en que haya vida nocturna, los empresarios se fueron al extremo de apoderarse de la zona, lo que no va a permitir.

O la autoridad municipal infraccionó en secreto las faltas detectadas en los antros en los 21 fines de semana que lleva el Operativo Sello, o los antros se portaron tan bien que no fue necesaria ninguna medida correctiva hasta ahora.

El hecho es que en la Plataforma Estatal de Transparencia el Ayuntamiento sólo reporta infracciones aplicadas por la Dirección de Ecología de marzo a junio (Artículo 85 fracción I, formato M14). Ninguna otra área ha aplicado infracciones o por alguna razón que debe explicar el alcalde lo hacen desde la opacidad.

Galindo Ceballos menciona que la misma madrugada del domingo se dio el caso de otro antro que cerró a las 4:30 de la mañana, hasta que llegó la Dirección de Comercio a cerrarlo. “No vamos a permitir que se nos salga de control el Centro”, advirtió. No aclaró si el hecho de que haya sido cerrado por la Dirección de Comercio equivale a una clausura.

“Aplicar la ley es un mandato y un deber de la autoridad municipal. No permitiremos la operación ilegal de establecimientos que la violan reiteradamente, que ponen en peligro la vida de las personas y aún más grave, de menores de edad. Actuaremos siempre con firmeza y legalidad” escribió Galindo Ceballos en un tuit.

Un pronunciamiento tan políticamente correcto que se vuelve incuestionable, pero que, si bien está motivado por lo ocurrido este fin de semana con el Greko Latino, más parece la reacción de quien llegó al punto de ver la gota que derramó el vaso y siente la necesidad de advertir con tono de cero tolerancia ante una previsible reacción de confrontación.

Si la noche del domingo el Greko Latino abrió sus puertas tras romper los sellos de clausura, en su página de Facebook la noche de este lunes se perfiló una defensa pública que Galindo Ceballos ya había anticipado en sus declaraciones por la mañana: dos mujeres trans transmitieron desde las puertas del antro un mensaje dirigido al alcalde.

“Fuimos agredidas por personas que laboran para el señor Enrique Galindo afuera de las instalaciones en donde laboramos”, dice una. “Y así como el día de la marcha, tú, Enrique Galindo, quisiste tomarte fotos con toda la comunidad y estabas muy accesible con nosotros, igual te pedimos que nos respetes nuestras áreas de trabajo”, agregó la otra.

Terminan la transmisión con un “no a la homofobia ni transfobia”. La referencia a la marcha del 2 de julio, la más multitudinaria de toda la historia, tiene el tono de una advertencia sobre la resistencia y movilización que se podría convocar más allá de los empresarios que se fueron al extremo de apoderarse de la zona.

Un panorama ante el que, como el propio alcalde escribió en Twitter, “aplicar la ley es un mandato y un deber de la autoridad municipal”, más valdría que comenzara por dotar todos los procedimientos de la transparencia mínima que exige la ley para evitar que en la opacidad se convenie el cumplimiento de la ley como ya lo hizo con los empresarios inmobiliarios.

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