Xochiquetzal Rangel
En rueda de prensa el alcalde municipal de San Luis Potosí, Xavier Nava Palacios, en compañía del delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado, Juan Carlos Machinena y el director de Protección Civil Municipal, Adrián Álvarez Botello, dieron a conocer que el Ayuntamiento capitalino realizará un censo municipal para crear un catálogo de fincas y el nivel de deterioro que presentan.
De acuerdo con los datos ofrecidos por los mandatarios, el censo realizado en 2016 identificó 130 fincas en mal estado ubicadas en la capital, de las cuales 52 fueron clasificadas de alto riesgo, 44 de riesgo medio y 34 más con un bajo riesgo, aunque no se saben más datos de las mismas como cuáles del total no tienen dueño.
Por lo que en una semana, según lo declarado por Adrián Álvarez Botello, se iniciará el censo con el fin de que en una primera etapa que durará cuatro meses se logren identificar dentro del perímetro A y B del Centro Histórico el número de fincas que hay, en qué clasificación se encuentran y quiénes son los dueños de las mismas para poder realizar el catálogo y así dar paso a una segunda etapa en la que se pueda definir si el Ayuntamiento puede reclamar las fincas que no tengan dueño y por otro lado ver cómo se puede apoyar a los dueños de las fincas deterioradas.
“Lo que hay que hacer es tener el padrón muy bien definido para tener claridad y llevar a cabo los procedimientos que se necesitan”, puntualizó el edil capitalino respecto al objetivo del censo.
Por su parte, el delegado del INAH, dijo que para que el Ayuntamiento pueda reclamar las fincas que en su caso no cuenten con dueño, es un proceso judicial largo que comienza con verificar que el predio no tengo algún heredero que pueda reclamar la finca; en caso de que no haya heredero tienen que pasar entre 10 y 15 años para que nadie reclame el bien inmueble y que la ley compruebe que no pertenece a algún pariente.
Una vez que se cumple con estos requisitos el Ayuntamiento puede iniciar un juicio legal para que esa finca se nombre como bien común, después el INAH entra como institución reguladora y determina en qué se usará el inmueble o de qué forma se puede rescatar.
Esto debido a que si el Ayuntamiento modifica o restaura alguna de las fincas que se encuentran en una zona histórica o esté determinado como inmueble histórico, sin la autorización del INAH, las restauraciones se pueden suspender.
“Se clausura la obra, no se permite hasta que no se adecue a los lineamientos del INAH, que son asesorías gratuitas. Pero no podría continuar la remodelación de la finca, ni una puerta, nada”.