Ciudad de México (23 de septiembre de 2015).- La gente que escoge consumir refrescos “de dieta”, generalmente lo hace para limitar su consumo de calorías; sin embargo, un nuevo estudio afirma que las personas que optan por este tipo de bebidas, con frecuencia compensan el bajo contenido calórico ingiriendo más comida no nutritiva.
En el estudio, publicado en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, el investigador Ruopeng An, analizó por 10 años los hábitos alimenticios de 22 mil adultos estadounidenses y observó su consumo diario de calorías, así como su ingesta de “comidas discrecionales”, es decir, comidas bajas en nutrientes y altas en azúcar, sodio, grasas y colesterol.
La investigación también se enfocó en el consumo por parte de los individuos de cinco diferentes tipos de bebidas: bebidas sin dieta o sin azúcar, bebidas azucaradas, café, alcohol y té. Más de 90% de las personas en el estudio comía alimentos discrecionales diariamente.
Mientras que la gente que tomaba bebidas de dieta y café consumían menos calorías al día que los bebedores de alcohol y bebidas azucaradas, ingerían una gran proporción de sus calorías diarias de comidas no saludables.
“Podría ser que la gente que consume bebidas de dieta se sientes justificadas al comer más, así que se buscan un muffin o una bolsa de papitas”, dijo An. “O tal vez, para sentirse satisfechos, se sienten forzados a comer más de estas comidas altas en calorías”.
Aunque se necesitan más estudios para conocer el por qué la gente que consume este tipo de bebidas, el estudio sugiere que optar por bebidas de dieta no es una buena estrategia para bajar de peso.
Fuente: Reporte Índigo.