Borrar pasados inconvenientes

Por Victoriano Martínez

Cuando el pasado les resulta, además de incómodo, inconveniente, los personajes que han hecho de los cargos públicos su modo de hacer fortuna –así sea discreta u ostentosa– llegan a los extremos de ignorarlo, considerarlo olvidado y hasta pretender borrarlo, como si su vida pública comenzara con la candidatura en proceso y se postularan para promover cambios verdaderos.

Octavio Pedroza Gaitán, candidato de la coalición Sí por San Luis, soltó involuntariamente una madeja que abrió camino a la sospecha que llevó a la aplicación de la máxima periodística atribuida a Bob Woodward durante la investigación del Caso Watergate: sigue el dinero.

Cuatrocientos 49 mil 751 pesos de rendimientos mensuales por inversiones en bonos gubernamentales remiten de inmediato a una reacción del tipo ¿Pos cuánto tiene invertido?

Una pregunta que lleva a la otra: si en entrevista pública aseguró que vivía de los ahorros que logró en su paso por la administración pública, ¿cuánto ganó en los 15 años que ha ocupado distintos cargos públicos?

El resultado fue expuesto este lunes en Astrolabio Diario Digital. La discrepancia entre los ingresos y la fortuna que Pedroza Gaitán reveló indirectamente que posee, sólo puede explicarse por recursos obtenidos de manera irregular, es decir, actos de corrupción, a menos que tenga una explicación que, por los montos, difícilmente podría resultar razonable.

  1. Carmen García Vázquez, el viejo panista ya desaparecido, tenía una explicación muy ilustrativa sobre esa discrepancia entre los ingresos y las fortunas acumuladas. “Son cargos en los que, como con los meseros del restaurante más lujoso de la ciudad, lo más importante no es el sueldo, sino las propinas”.

Como regidor, como alcalde, como diputado federal y como senador, Pedroza Gaitán tuvo a la mano esa oportunidad de recibir propinas muy superiores a su salario formal (¿hasta siete veces más?), entre las que llama la atención el más reciente cargo público que ocupó.

No se puede dejar de lado que Emilio Lozoya, ex director de PEMEX, denunció a los senadores panistas, Pedroza Gaitán incluido, como beneficiarios de haber recibido cantidades millonarias para aprobar sin complicaciones y en breve tiempo la reforma energética.

También le correspondió un periodo en el que los legisladores recibieron partidas presupuestales federales para aplicarlas libremente en algunas obras de varios municipios de la entidad, entre los que se dieron algunos señalamientos de la existencia de moches.

¿Cuántos candidatos, Pedroza Gaitán incluido, buscan hoy un cargo más que por el sueldo por las propinas –voluntarias o exigidas– que les pudiera redituar?

“Fue un tema de campañas negras, que lo denunciaron y que resulta que no existía, ni siquiera esos datos. Son los inventos que hacen cada año, cada tres años”, aseguró Ricardo Gallardo Cardona sobre el caso Sandra Sánchez Ruiz y la compra simulada de medicamentos por su padre como alcalde de la ciudad.

Lo dijo en una entrevista en Canal 7 dentro de un espacio noticioso que en 2016 dio una amplia cobertura al caso y exhibió videos y pruebas documentales de aquel desvío de recursos.

No hubo ninguna reacción por parte de los entrevistadores, a quienes incluía el señalamiento de participar en una campaña negra y de inventar la información que en ese momento publicaron, al grado de provocar tal molestia en Ricardo Gallardo Juárez, que pidió el despido del conductor del noticiero y la televisora presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Un intento de Gallardo Cardona por borrar ese pasado incómodo e inconveniente que se niega a desaparecer por expedientes abiertos en la Fiscalía General de la República, en la Auditoría Superior de la Federación, en la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la SHCP y hasta en Sistema de Administración Tributaria (SAT) con un amplio expediente de pruebas disponible.

Ni Pedroza Gaitán ni Gallardo Cardona pueden borrar su pasado y si hubiera decisión política, la UIF ya investigaría la inexplicable evolución patrimonial del primero, y ya habría actuado en contra del segundo por las pesquisas que ya tiene y arrojaron desvíos por más de 700 millones de pesos.

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