Bosque de la Vida: el proyecto que dejaron secar

Texto y fotografías de María Ruiz

Hace ocho meses, el Bosque de la Vida se inauguró en el Camino a la Presa San José, impulsado por el DIF Municipal. La idea era simple: plantar un árbol por cada bebé nacido en la ciudad, simbolizando el crecimiento y la responsabilidad ambiental.

Sin embargo, la realidad es controversial. Más de 200 árboles, una vez llenos de promesa, ahora se encuentran marchitos y abandonados.

La falta de atención adecuada ha dejado a estos árboles a merced de la sequía y las plagas. Testigos señalan que ni siquiera la crisis hídrica justifica esta negligencia.

“¿Por qué este proyecto fue olvidado?, ¿por qué no se les dio seguimiento a los árboles que llevan los nombres de recién nacidos?”, señalan.

Estas son algunas preguntas de quienes transitan por esta zona. El Bosque de la Vida, que debía ser un símbolo de esperanza y renovación, ahora es un recordatorio de la falta de compromiso con la naturaleza.

En un área que estaba planeadas para albergar más de 140 mil árboles en el futuro, hoy apenas le sobreviven diez. Sin agua, sin cuidado, sin la atención que merecen.

“Es lamentable que este proyecto haya caído en el olvido, al igual que el parque de Morales”, señaló un deportista que visita esta área de la ciudad.

Actualmente la desatención no solo afecta a los árboles, sino también a las zonas serranas, parte de la reserva natural de esta área de la ciudad.

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