Por: Eduardo Delgado.
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) “tomó la salida más rápida y sencilla”, y el Senado evidenció “falta de voluntad política”, no solo para sancionar el acoso laboral y la violencia política de género de los magistrados Rigoberto Garza de Lira y Oskar Kalixto Sánchez” sino sentar un precedente nacional, deploró Yolanda Pedroza Reyes, magistrada del Tribunal Electoral de San Luis Potosí (TESLP).
“Con voluntad política el Senado pudo haber hecho algo, pero todavía hay otros procedimientos a seguir y darse una sanción, para lo que buscaré otros caminos, aunque sé que debo trabajar mucho”, anticipó.
El Tribunal Federal Electoral, reprobó, “tomó la salida más rápida y sencilla para solucionar un conflicto sin solución, porque no existen normas para sancionar ese tipo de conductas”, lamentó.
El 2 de noviembre de 2015, recordó, luego de la reelección Rigoberto Garza, otro año más al frente del tribunal local, “se atrevió” a presentar el Juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano. Este miércoles se cumple un año de haberla presentado y a la fecha solo se tiene que la sentencia de la Sala Superior “no se puede ejecutar”, lamentó.
Estimó que su expediente, luego de que el Tribunal Electoral dio vista al Senado para que investigara y, en su caso, sancionará a los magistrados Rigoberto Garza y Oskar Kalixto, “no fue tomado en cuenta por los senadores, pues ni los integrantes de la Mesa Directiva estaban enterados”.
El 30 de marzo de este año, cabe referir, los magistrados federales remitieron el expediente al Senado y medio año después, luego de que la afectada presentó un incidente de inejecución de sentencia, el Director Jurídico del Senado, Enrique de Icaza Pro, remitió un informe al tribunal electoral de la federación.
VERDADERA PESADILLA
Yolanda Pedroza describió como “una verdadera pesadilla” su estancia en el TESLP, pues como víctima está obligada a tratar “con sus agresores, a los que no les importa lo que suceda y dan una imagen de que están apoyados por un grupo político”.
“Trabajar con estos dos señores no es trabajar”, resumió e indicó que las condiciones no han cambiado, porque Oskar Kalixto y Rigoberto Garza, “tienen el control absoluto” en el tribunal.
“A mí me parece extraño”, expuso, que el pasado 20 de octubre, luego de que ella se excusó de conocer un asunto, el Congreso del Estado le tomó protesta a un magistrado supernumerario para suplirla de manera temporal.
“Sin tomarnos en cuenta Oskar Kalixto mandó oficio al Congreso del Estado y logró que los diputados agilizaran el procedimiento, mientras tardan en resolver otros asuntos de mayor importancia”, añadió.
Para finalizar celebró que su experiencia ha impulsado a mujeres en entidades, como Chiapas, Querétaro, Nayarit y Guadalajara, a visibilizar y denunciar, mientras en San Luis Potosí “veo apatía; solo dos o tres se ha pronunciado y las que tienen el compromiso de hacerlo no se quieren involucrar y eso ha sido muy lamentable”, opinó.