La Universidad Inhumana de San Luis Potosí.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos a través de su presidente, Jorge Vega Arroyo, ha sido claro, preciso y necesariamente contundente en su observación inicial respecto de la muerte de Diego, el pasado 17 de julio en el parque Acuático “WooW” durante un evento recreativo organizado por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí: Ha habido un trato inhumano de la UASLP a los papás de Diego.
Lo escribimos así, en negritas, para denotar la gravedad del señalamiento que hizo el Ombudsman para referirse al actuar de la universidad en el marco de la tragedia que ha vivido de manera muy sentida la familia de Diego.
Es una definición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Trato inhumano o degradante: son actos bajo los cuales se agrede psicológicamente a una persona, sometida o no a privación de la libertad, ocasionándole temor, angustia, humillación; realice un grave ataque contra su dignidad, con la finalidad de castigar o quebrantar su voluntad o resistencia moral.
Es decir, el trato inhumano equivale al mal trato y maltratar a alguien es no tener respeto de su persona, de sus derechos y dignidad. Por extensión, el trato inhumando infiere un trato degradante y representa un elemento del concepto de tortura contra una persona.
Para subrayar entonces, el trato inhumano se aplica cuando alguien da un trato despiadado a otra persona.
De igual modo: Cruel, despiadado, brutal, inhospitalario, bárbaro, feroz, duro desabrigado, salvaje. Son los sinónimos de inhumano según el diccionario Larousse.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos en su numeral de actos de autoridades que violan derechos humanos, ubica el trato inhumano de manera especial en el modus operandi de elementos de corporaciones de seguridad pública y de las fuerzas armadas, pero también cuando un servidor público pasa por encima de los derechos y garantías universales de un individuo, como es por ejemplo, el derecho a recibir asistencia médica en situación de emergencia.
Pues bien, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí bien podría ser la Universidad Inhumana de San Luis Potosí. Luego de la trágica muerte del menor de doce años que estaba al cuidado de empleados de la UASLP, sus directivos debieron avisar directamente a los papás de Diego sobre el accidente y no a través de otra persona.
Está por demás decirlo, el rector Manuel Fermín Villar Rubio es la máxima autoridad dentro de la universidad y luego entonces, es quien debió dar la cara primero ante los padres y luego ante la opinión pública sobre la tragedia. Pero no lo ha hecho, no ha sido mínimamente humano para eso, sino más bien, ha sido inhumano.
No es que las palabras del rector puedan aliviar el pesar de los padres de Diego, es solo que se trata de una obligación, de una responsabilidad en materia de derechos humanos y eso lo ha omitido groseramente.
Por eso, el punto de vista del Ombudsman es elocuente: hay un trato inhumano de la universidad, es decir, de la institución, de una institución que maneja de pies a cabeza el rector.
En la UASLP como en el gobierno, no se mueve un pelo si no lo autoriza el “señor rector”.
Se habla de trato inhumano porque la UASLP no se ha hecho cargo de sus responsabilidades y porque continúa intentando blindar su imagen de cualquier posible responsabilidad judicial, para lo cual, recurre a su indudable y poderosa influencia. Eso, claro está, deja mucho que desear de una institución dedicada a formar a profesionales de excelencia que ante todo, sean buenas personas, ciudadanos con valores a toda prueba.
Lo cierto, es que la universidad dejó en el desamparo a una familia a la que primero le quitó a su hijo: Diego estaba al cuidado de personal de la UASLP, si su seguridad estaba en manos de universitarios y murió, es natural que la autoridad judicial investigue a los universitarios.
Si usted, amable lector, hipotéticamente organiza en estas vacaciones un tour turístico a una playa, un viaje a las cascadas en Aquismón o un simple recreo a un parque acuático o un balneario y se le muere el hijo de su vecina, a quien usted llevó y prometió cuidar, ¿Qué le diría a su vecina? ¿Le daría la cara o se escondería? ¿Hablaría con la verdad o mentiría? ¿Se haría cargo de las cosas o fingiría demencia?
Lo seguro para empezar, es que su vecina lo lincharía y por tanto, todo lo demás saldría sobrando. En el terreno de nuestra realidad, a la Universidad no le ha pasado nada, nadie dice nada de la institución ni tampoco de su personal, es la impunidad.
Si una persona como en ese caso hipotético se obliga a ser responsable, imagínese a una institución del tamaño de la UASLP que, por lo que se ha visto y su incesante deslinde, parece ser ya la Universidad Inhumana de San Luis Potosí.