La Batalla de las Marchas o de las Bragas.
Como si viviéramos en la antigüedad o de menos en la oscuridad del siglo pasado, la iglesia católica se aferra a lo dogmático y cierra los ojos y oídos a la realidad: ni ve ni escucha, se ha enclaustrado en el pasado y es incapaz de admitir que un hombre está en libertad de casarse con otro hombre, lo mismo que una mujer está en su derecho de unirse a otra mujer. Unirse no solo en la cama sino también en un vínculo legal para convertirse en familia.
Si uno hombre se magrea en la penumbra de la calle con otro individuo, no habría porque escandalizarse.
También si en un bar una mujer liba alegremente con otra y después deciden tomarse de la mano para iniciar una relación, tampoco habría razón para escandalizarse, rasgarse las vestiduras o persignarse.
Alentados por la alta jerarquía católica potosina, organizaciones de padres de familia y de amigos fervientemente marianos, católicos y guadalupanos, marchan este sábado por las calles de la capital potosina. Quieren mostrar músculo. Quieren que se vea que son muchos. Quieren demostrar que la potosinidad no ha muerto, que el conservadurismo está más vivo que nunca y que está dispuesto a quemar todas las naves antes de permitir la legalización de los matrimonios unitarios.
Este sábado van a salir en peregrinación o se diría, en caravana penitente, decenas, quizá cientos o probablemente miles para clamar por apoyo divino y eliminar toda tentación legislativa a favor de que contraigan matrimonio personas del mismo sexo.
Pero el domingo, marcharán en manifestación oteros grupos, antípodas de los recalcitrantes sabatinos y por el contrario, exigirán que el Congreso del Estado se deje de dilaciones y apruebe la iniciativa para que se casen, con todas las de la ley, hombres con hombres o mujeres con mujeres.
El bautizado Consejo Coordinador Ciudadano lanzó el reto de las buenas conciencias a defender el sagrado matrimonio, el cual, para ellos, no es otro sino el de una mujer y un hombre. O como dirían en la Arquidiócesis: un atentado contra la humanidad.
De suyo, o habría que decir, e3n la esquina contraria, las organizaciones lésbico, gays, transexuales y todas las que se puedan derivar de éstas, decidieron salir a la calle porque para empezar, están orgullosos de sus preferencias sexuales y están enterados que, como ciudadanos mexicanos y ciudadanos potosinos, gozan exactamente de los mismos derechos de todos los demás.
Entonces son dos grupos de personas que reclaman para cada quien lo que consideran es su derecho: unos a poner la religión por encima de todo y, los otros, que mantienen una prolongada lucha contra la homofobia.
Las marchas se realizarán en el contexto de una actitud con visos de irracionalidad y oscurantismo por parte de sacerdotes que con sus declaraciones, han caldeado de más los ánimos. La élite de la Arquidiócesis a través de varios religiosos, han utilizado a los medios de comunicación para condenar una y otra vez, la eventual reforma legal que permita los matrimonios igualitarios.
Frente a eso, la Red de Diversificadores Sociales ha respondido de manera contundente y presentó denuncia por violación a la Ley de Asociaciones Religiosas en contra de la iglesia potosina.
Aquí el comunicado.
La tarde de hoy (jueves), la Red Diversificadores Sociales A. C., en su carácter de promotora y defensora de los derechos fundamentales, presentó formal denuncia ante la subdirección de asuntos religiosos de la Dirección General de Gobernación del Gobierno del estado de San Luis Potosí, a fin de que se investigue la posible comisión de infracciones por parte de la Arquidiócesis potosina, a los artículos 29 fracción V y X, y 31 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, por ejercer presión moral, para lograr que no se dictamine la iniciativa de reforma al código familiar que permitiría la unión legal entre parejas del mismo sexo y por la posible alteración de la tranquilidad social y el orden público que suscite el hecho de que una institución con tal poder pueda provocar en la sociedad al invitar a la población a estar en contra del matrimonio homosexual.
Existe suficiente evidencia documental y periodística para probar que la Iglesia Católica del estado de San Luis Potosí ha infringido la ley vigente que regula las asociaciones religiosas. Por lo que solicitamos a la Dirección General de Gobierno atienda la demanda y le dé el curso necesario para que se sancione a dicha institución religiosa al tiempo que se le exhorte el detener su campaña de odio, discriminación y presión que causa tropiezo a la libre determinación del poder legislativo.
Lo anterior, ya que legisladores como Miguel Maza han abierto la posibilidad de atender las solicitudes de estos grupos religiosos a fin de frenar el dictamen que garantice los derechos de la población lésbico gay.
Como se podrá apreciar, está sábado y domingo, saldrán a la calles dos sectores de la sociedad muy distintos aunque en el fondo se trate de personas iguales. Los separa algo muy sencillo: la intolerancia de quien no acepta que otros y otras sean felices…juntos.