Toranzo y Mario bajo sospecha
A tan solo unas cinco semanas de que dejen el cargo Mario García Valdés y Fernando Toranzo Fernández asoman la cabeza al escándalo. El alcalde por la sospechosa concesión del servicio de alumbrado público por más de mil 300 millones de pesos y, el gobernador, por que por cuarto año consecutivo la Auditoría Superior de la Federación le observa el uso indebido de recursos públicos federales.
Ambos priístas, resultaron ser unas joyitas.
Los políticos tienen por hábito hacer aquello que dijeron que jamás harían y el mandatario y el edil capitalino son ejemplo preclaro de eso. Transformar a la ciudad fue un lema que para los potosinos se redunde a soñar a la ciudad en la que uno quisiera vivir.
Lo mismo el gobernador, dijo que él nunca contraería deuda pública y ahí lo tienen, dejará a la entidad con la deuda más alta de su historia.
Cada cual, Toranzo y García ya son juzgados por, la sociedad. Solo por la sociedad porque en México, la impunidad siempre se impone.
Tan solo en cuanto a los recursos federales en materia de salud, educación y seguridad pública, Toranzo ha sumado más de 200 millones de pesos en observaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación.
Contrario a eso, la Auditoría Superior del Estado (todo hace suponer, a las órdenes del ejecutivo) encontró apenas observaciones por diez millones de pesos a la última cuenta pública del gobernador.
Eso ocurre porque hay impunidad y las instituciones fiscalizadoras a nivel local están en pleno control de los gobernadores.
A unos meses de dejar el cargo, Mario García, no satisfecho con la condición de quebranto y ruina en que ha dejado al ayuntamiento, puso en bandeja de plata la concesión del servicio de alumbrado público, con un sobreprecio escandaloso de casi tres veces más el costo que tuvo ese mismo esquema para el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
Los funcionarios públicos con poca responsabilidad y menos escrúpulos hacen cosas como esa porque saben que hay impunidad. El mismo alcalde no actuó en contra de su antecesora acusada de actos de corrupción.
Gobernantes provincianos como Toranzo y García hacen lo que hacen porque saben que la justicia no se aplicará en ellos porque no se ha aplicado en otros antes ni aquí, ni ahora, ni en otros lados ni en otros momentos.
Después de atender el vergonzoso espectáculo de Virgilio Andrade exculpando a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray del evidente caso de conflicto de intereses con sus casas, cualquiera que está en el servicio público entendió que hay manos libres para actuar.
La ASF le observó una cantidad veinte veces superior a Toranzo de lo que la ASE hizo ¿pero no pasa nada, qué puede pasar?
Mario García, ha dejado una hipoteca municipal de entre cinco y ocho millones de pesos mensuales en los próximos quince años ¿pero no pasa nada, qué puede pasar?
En San Luis Potosí está visto que nada.
Que siga el estercolero, pues.
