México convertido por Peña en fábrica de pobres
En el gobierno del priísta Enrique Peña Nieto, en México todos los días se producen dos mil 470 pobres. Es un país convertido por el gobierno en fábrica de pobres. Por eso, en dos años, el número de pobres aumentó en dos millones respecto de los que había en 2012 cuando Peña asumió el poder.
Pero eso no parece importarle a la élite en el poder reunida en palacio nacional el pasado miércoles. El presidente en su tercer informe fue interrumpido en más de veinte ocasiones por la ovación de los asistentes, una clase política que parece gozar de la miseria de los mexicanos.
Hace unos días, la Revista Nexos publicó un cuaderno que contiene el estudio denominado Fotografía de un País Desfigurado. Consúltelo amable lector, léalo y reflexione.
Peña exaltó y por eso le aplaudieron sus aplaudidores que 87 mil mexicanos dejaron la condición de pobreza extrema, pero eso no es un logró sino una calamidad, pues entre 2010 y 2012, un millón 400 mil mexicanos abandonaron esa condición. Es decir, en los dos primeros años de Peña se cayó en cien por ciento la eficiencia de los programas sociales destinados a los marginados entre los marginados.
Repito, no obstante eso, en Palacio Nacional convertido en auditorio que si aplaude, ovacionó al presidente, lo aclamó.
Hace 23 años cuando se inició la medición institucional de los programas sociales en cuanto al nivel de pobreza en México, el país tenía al 53.1 por ciento del total de su población en concisiones de pobreza y ahora, 23 años después, el indicador está en el 53. 2 por ciento.
Ofensivo dato que desnuda la inutilidad de los programas sociales del gobierno federal impuestos por gobiernos del PRI y del PAN. Eso no es importante, lo importante es que en sus mensajes televisivos, el presidente Peña pide ponerle muchas ganas.
En 1992, el ingreso per cápita de los mexicanos era de 3 mil 322 pesos y 23 años después es de 3 mil 05 pesos.
Cuanta miseria hay en México debido a la falta de ingresos, al ingreso precario por no decir miserable en las casas de todos.
Pero al presidente se le ovaciona, todos puestos de pie, aplausos y bravos en un mensaje presidencial convertido en el mayor acto de simulación de la historia reciente.
Solamente 20 por ciento de la población no es pobre ni vulnerable, es decir, solo dos de cada diez mexicanos viven como quieren vivir, no solo con cierta dignidad sino que si loes place hasta en el derroche.
Pero no hay problemas, vamos muy bien, las reformas están dando resultados, estamos abatiendo la pobreza, estamos disminuyendo la delincuencia, estamos creciendo, somos una gran nación.
En verdad no hay problema, estamos atacando con firmeza a la corrupción, tenemos una democracia plural y crítica, un sistema de justicia moderno y somos vanguardia en comunicaciones, vamos a tener el aeropuerto más grande y moderno del mundo y lo más importante, no hay conflicto de intereses.
Y ahí esta la élite del gobierno, la del dinero, la de los poderes y la de los partidos aplaudiendo a rabiar al presidente de un País Desfigurado.