CAJA NEGRA

Fernando Toranzo: el inútil adorno que estorbaba a Cándido

  

Evaluar el sexenio que fenece esta semana será responsabilidad de estudiosos, intelectuales, periodistas, politólogos, historiadores y cuanta gente más se pueda ocupar de los asuntos de la administración pública. Antes que nadie tenga su opinión y su veredicto, otro doctor que también se apellida Toranzo Fernández, pero de nombre Martín, evalúa que el gobernador Fernando Toranzo Fernández no fue más que un adorno.

 

Es decir, un objeto cualquiera que se puede tener en la sala o en el escritorio de trabajo, un objeto inútil del que se puede prescindir en cualquier momento sin tener algún sentimiento de culpa. Un adorno, eso fue el doctor Fernando en opinión del doctor Martín, o sea, alguien a quien nadie pelaba a la hora de tomar decisiones.

 

Los que gobernaron la entidad, Cándido Ochoa Rojas y María Luisa Ramos Segura redujeron a Fernando Toranzo a mero espectador en el uso y abuso del poder público, es lo que se puede concluir de las declaraciones que el delegado de la Comisión Nacional Forestal dio a este portal de noticias y análisis.

 

El ex funcionario durante la administración de Marcelo de los Santos hace suya la preocupación de importantes sectores de la sociedad y de la escena política local, respecto de los planes que el diputado federal, Cándido Ochoa, tiene para si mismo: ser senador de la república y luego gobernador.

 

La hipótesis del funcionario federal y hermano incómodo del gobernador saliente no parece descabellada en modo alguno, pues el legislador ganó tanto poder en la entidad cuando fue procurador y secretario de gobierno, que nadie podría tasar en estos momentos el alcance de su poderío e influencias.

 

Ha sido al parecer, el único torancista que sabía para que iba a servir el gobierno y por tanto, pues se sirvió. Claro que no le agrada que se diga ni que se piense eso y si alguien le pregunta al respecto, le tacha de insidioso.

 

A unos días del cambio de poderes del gobierno estatal, queda en evidencia que Ochoa Rojas supo trabajar para él y su grupo y que logró lo que quería aun a costa de engaños y traiciones. Al primero que engañó y traicionó fue al gobernador Toranzo a quien manejo como marioneta.

 

Las declaraciones de Martín Toranzo no son nuevas pero si refuerzan su percepción crítica de un gobierno al que desde hace meses calificó como corrupto. Que el hermano del gobernador diga eso no es cualquier cosa, si algo tiene por esa cercanía, es información.

 

El San Luis Potosí que deja Fernando Toranzo a partir de este viernes, es un San Luis de injusticia, inseguridad y corrupción. Martín Toranzo presentó denuncia penal contra Ochoa Rojas cuando era secretario de gobierno y el Ministerio Público nunca investigó nada.

 

Por eso, Martín Toranzo decía y sostiene que en San Luis la procuración y la impartición de justicia son selectivas y que lo que se dice justicia, pues simple y sencillamente no existe en San Luis.

 

El viernes es su último día en el gobierno y el saldo negativo que deja no se podrá revertir prontamente: el descrédito y desconfianza que se levantó como un muro alrededor de Fernando Toranzo, enterró a un gobierno en ruinas.

 

Se acaba el gobierno, pero no el uso perverso del poder público: Cándido Ochoa quiere ser senador y luego gobernador, lo que supone que de nuevo, hará lo que se tenga que hacer para lograr lo que quiere.

 

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