CAJA NEGRA

Se fue Mario García pero con Gallardo puede ser peor.

Mario García Valdés ya es historia. Es otra triste y lastimosa historia más en una ciudad que parece habituarse a gobiernos mediocres y oportunistas, corruptos e ineficientes. Su gobierno, ha sido la suma de yerros e ineptitudes que caracterizan ya el paso de los últimos alcaldes. Pasan lustros y decenios y la ciudad sigue sin encontrar un presidente municipal de respeto.

El ex rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cegado por sus ambiciones personales, será recordado, sin duda, como uno de los peores alcaldes que haya tenido la capital, aunque si se llegase a afirmar que es el peor, no se estaría diciendo una locura.

En sus tres años de gestión, se impulsó como política pública la holgazanería bajo el pretexto de que no había recursos para nada sino para pagar la nómina y los compromisos financieros contraídos por su antecesora y por él.

Su labor de tres años se limitó a tapar baches y a hacerlo mal, pero también a hacer cosas que se veían como buenas y que en los hechos parecen muy malas, como es el caso de la millonaria deuda que representa el contrato de prestación de servicios de alumbrado público.

García Valdés engordó la nómina municipal, extendió una amplia pista para el aterrizaje de aviadores, incrementó los gastos personales y los servicios generales. Pulverizó la administración pública y convirtió al ayuntamiento en paraíso de gente sin mayor quehacer que vivir del presupuesto público.

Con García Valdés, la capital potosina se estancó en lo económico y en su planeación también. Se perdieron tres años que a la postre resultarán muy costosos para todos, pues a los problemas se les dio la espalda. No resolvió uno solo de los problemas de la ciudad.

Ahora llega Ricardo Gallardo Juárez, ex presidente municipal de Soledad de Graciano Sánchez y las posibilidades de mejora para la ciudad deben verse con mesura. El primer presidente municipal del PRD en la capital, está acostumbrado a que le digan “jefe” o si se puede, “patrón”.

El gabinete de colaboradores que dio a conocer causó tanta sorpresa como el de Juan Manuel Carreras López: reciclados y leales a él, no a la sociedad. Las figuras relacionadas al ex gobernador Fernando Silva Nieto, llaman la atención y también los vinculados a Marcelo de los Santos.

El gabinete municipal es un amasijo de compromisos y amarres políticos que no tienen el propósito de reconstruir a la ciudad tras el paso del vendaval llamado Mario y conocido como el incompetente.

Al presidente municipal lo que en realidad le importa es hacer todo lo que sea posible por lograr la liberación de su hijo, Ricardo Gallardo Cardona, preso por su presunta participación en actividades financieras con recursos de procedencia ilícita.

Las baterías de todos los Gallardistas tanto de la capital como de Soledad de Graciano Sánchez están encaminadas a lograr la libertad de su jefe bis a quien han colocado en el nivel de héroe y mártir. No en balde le quieren poner el nombre de Ricardo Gallardo Cardona a la Avenida San Pedro.

Pobre ciudad, tan necesitada de buenos gobiernos y éstos, que no llegan.

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