Caja Negra: 20 meses de impunidad universitaria

Antonio González Vázquez

Ayer se cumplieron 20 meses de la muerte de Diego, el niño de 12 años que había ido a divertirse al Camping de Verano de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí y que en vez de eso, de reír y disfrutar de la vida, encontró la muerte ante la presunta negligencia del personal universitario.

Desde entonces, la familia de Diego ha reclamado justicia y no la han obtenido; desde entonces esperan la justicia y no ha llegado. El azul y oro se ha impuesto a la vieja leyenda de que la justicia ha de ser pronta, rápida y expedita.

Y como bien se dice, cuando la justicia se tarda tanto, cuando llega ya no es justicia.

Ayer también, en el Centro Cultural Bicentenario, estuvo la Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Margarita Beatriz Luna Ramos y disertó magistralmente sobre la Constitución.

Ante ella estaba la plana mayor de los poderes públicos del estado, empezando por el gobernador Carreras y también el rector de la UASLP, Manuel Fermín Villar Rubio quienes aplaudieron y luego se tomaron la foto, pues creen que con eso están de lado de la justicia, lo cual por cierto, en el caso de ellos es una premisa del todo falsa.

La Ministra  dijo que la Constitución es el medio ideal para garantizar la igualdad y la democracia del país. Agregó que México ha sido reconocido como el primer país del mundo en integrar las garantías sociales como parte de la estructura constitucional.

¿Y si es así, entonces dónde están los derechos de Diego y su familia para acceder a la justicia?

Solemne y magistral evento el de la Magistrada en territorio universitario, pero eso no va más allá del propósito de lucimiento rectoril, pues si en realidad respetaran la ley y la Constitución, ya habrían hecho lo necesario para que se le procure justicia a Diego, lo cual no es del todo complicado, pues basta con que voluntariamente se admitan las fallas cometidas en el Camping 2015.

Pues tan hubo fallas, que se prefirió no realizar ya el 2016 y muy probablemente tampoco el de este 2017.

Por supuesto, el Ministerio Público camina a paso de caracol en subida y la orden judicial de ampliar la investigación no avanza, simplemente no se mueve, está como si alguien la estuviera deteniendo.

Ya son 20 meses y en la Universidad ya hasta hacen como que no pasó nada, como si la vida de un niño de doce años no valiera la pena.

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