CAJA NEGRA

Cuando alguno de los hijos del doctor Fernando Toranzo va al club deportivo La Loma a hacer ejercicio o a darse un baño y relajarse en el sauna, los socios se indignan y otros tienen miedo. La prepotencia de su séquito, es tal que se instalan filtros de acceso y se colocan escoltas por todos lados para cuidar que nada les pase a los Toranzo Ramos y a sus acompañantes.

Eso no es de ahora, ya lleva su tiempo. Hubo un momento en que colocaban boyas en el acceso al estacionamiento del club y quien intentara pasar, primero tenía que demostrar ser socio y credencial actualizada de ingreso al club.

Similar escena se repite allá donde van los Toranzo Fernández, sea de compras, de paseo o al trabajo.

Por supuesto, esto es incidental y es propio de una clase política que no se ha formado para servir sino para excederse sin medida. Si no se tiene preparación, no digamos intelectual, sino ética y moral, las tentaciones que acompañan al poder pueden ser inagotables y, de suyo, aberrantes.

Luego de la publicación de información acerca de presuntas propiedades de la familia del ejecutivo, valoradas en unos 240 millones de pesos, la administración Toranzo recurrió a lo que mejor sabe hacer: esconder la cabeza cual avestruz presa del pánico.

A la especie publicada por la columna Serpientes y Escaleras de El Universal y retomada por astrolabio y otros (pocos, por supuesto), el gobierno respondió a través de un boletín de prensa, tan escueto éste, como la obra pública del gobernador.

En dos párrafos se pretendió salvar la honra del gobernador. En catorce líneas se pretendió aclarar algo que requería de una explicación puntual en boca del propio gobernador.

Dijo el comunicado:

“El Gobernador del Estado, Doctor Fernando Toranzo Fernández, rechaza de manera categórica las afirmaciones difundidas a través de la columna del periódico El Universal “Serpientes y Escaleras”, escrita por Salvador García Soto, y publicada el lunes 25 de mayo del año en curso, y en la cual el periodista detalla una serie de bienes inmuebles que señala –la mayoría de ellos- son propiedad de familiares del Titular del Poder Ejecutivo, y de cuya posesión y/o existencia el mandatario no puede dar cuenta, ya que él solo puede responder por su patrimonio, el de su esposa e hijos, el cual detalla –y puede ser consultado- en su declaración patrimonial actualizada.

Lamenta el Titular del Poder Ejecutivo que con informaciones dolosas y sin sustento, se busque enrarecer el clima político en San Luis Potosí, y enturbiar el próximo proceso electoral del 7 de junio, que hasta el día de hoy, y gracias al compromiso de la sociedad, las autoridades de los tres niveles de Gobierno, organismos electorales, partidos políticos, candidatos y candidatas a los diferentes puestos de elección, ha transcurrido en un ambiente de transparencia y civilidad”.

A veces es mejor quedarse callado. La prudencia es una cualidad que no es propia del gobernador y ese boletín lo demuestra.

¿Qué no está ya suficientemente enrarecido el clima político con las ejecuciones de una dirigente del PRI y de un operador político del PAN?

¿Qué no está suficientemente enrarecido el clima con la casa blanca del candidato Carreras y sus propiedades millonarias obtenidas al amparo del servicio público?

¿Qué no está suficientemente enrarecido el clima político con la advertencia de que en la capital puede llegar gente mala al ayuntamiento?

¿En qué estará pensando el gobernador cuando habla de que todo se ha desarrollado con civilidad y transparencia?

¿Y los candidatos y equipos de campaña agredidos, amenazados, espiados?

Pero lo peor, de dónde saca el gobernador que él solo puede responder del patrimonio de su esposa e hijos.

Nunca se dio cuenta, es el gobernador y tiene que responder por todos, empezando por su familia hasta llegar a todos los servidores públicos a los que ha consecuentazo por su omisión de bien gobernar.

La cloaca está pronta a reventar.

 

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