Este viernes se realiza un segundo debate de candidatos a gobernador. Es tanto como pedir manzanas al olmo, pero si hay algo que habría que pedir a los candidatos, es que no vuelvan a repetir el pobre espectáculo del primero. Hay candidatos a los que les urge mostrarse y ésta, es su última oportunidad de hacerlo ante una audiencia potencialmente amplia.
A unos días de las elecciones, parece aclararse el panorama: es una elección entre dos: Juan Manuel carreras López y Sonia Mendoza Díaz. A Fernando Pérez Espinosa no le ha alcanzado para posicionarse como una opción triunfadora, pero si para darle al PRD la posibilidad de lograr una votación histórica.
El debate es importante en ese contexto de cierre reñido.
En el primer debate, la candidata Mendoza Díaz se guardó baterías contra Carreras por estrategia de su equipo de campaña. Con datos de ellos, afirmaban que iban al frente y que no era necesario mostrar agresividad. Tras la publicación del último sondeo de Consulota Mitofsky, tal vez piensen otra cosa.
Si la candidata no va al ataque y quema las naves no solo en el debate sino en los pocos días que restan de campaña, ya se podrá despedir de la gubernatura.
El candidato Pérez Espinosa fue agresivo, pero no lo suficiente, puesto que le detiene su natural pasado priísta. No es fácil combatir lo que antes se defendió, pero ésta es su oportunidad. Tiene la posibilidad de ventilar públicamente el estercolero cocinado y servido durante el gobierno de Fernando Toranzo. Si se lanza con todo, la ciudadanía agradecerá que alguien denuncie con suficiencia y precisión, la cauda de corrupción del gobierno priísta.
De hecho, ambos, candidatos opositores tienen en sus manos su futuro. Ya no dependen de ellos mismos, la campaña está por agotarse y lo hecho, hecho está. Solo les queda el debate para intentar dar un golpe de último momento al candidato que va a delante. Allá ellos si no son capaces de entender eso.
En cuanto al candidato Carreras, es probable que vaya a ser el mismo del primer debate, es decir, un tipo frío, en apariencia sereno que se dedicará a capotear el temporal, pero otra vez, tiene la oportunidad de deslindarse política y públicamente del gobernador Toranzo. Es necesario que asuma un compromiso real de que en caso de ganar la gubernatura, llevará a investigación a la administración saliente. Se requiere de un compromiso público no a través de noticias pagadas.
Bien podría, el candidato Carreras, mostrar documentos que diluyan las dudas sobre su patrimonio y el de su esposa. Al mismo tiempo, bien podría mostrar acta de pago de impuestos de cuando fue secretario de Educación y luego, cuando dejo de serlo. Hay muchas dudas sobre su probidad, pero la inercia del voto a favor del PRI para las elecciones federales le está beneficiando.
El debate de hoy tiene que ser distinto al primero. Tiene que convertirse en un ejercicio de política real de cuentos y fantasías irrealizables. Tiene que ser un acto de transparencia y honestidad de parte de los candidatos. Tal vez sea mucho pedir, pero están obligados a hacer el esfuerzo.
Ya se han atacado suficiente, ya han alimentado la guerra sucia lo suficiente, ya que han jugado chueco y ya la dicho suficientes discursos huecos y ramplones, es de esperar que ahora si, se muestren reflexivos, inteligentes y sobre todo, verdaderos. Ya no engañen, ya no mientan, basta de falacias.