Caja Negra: 50 mil del águila para el líder tricolor

Por Antonio González Vázquez

Los dirigentes de los partidos políticos y en general, quienes tienen algún cargo en la burocracia partidista, son personas agraciadas en exceso. Tienen influencias en el poder público, poseen cierto status, ganan buen dinero y trabajan muy poco.

Tal es el caso del presidente del Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional, Martín Juárez Córdova que, al parecer con la prepotencia y aires de regidor pueblerino, se incrementó el salario para recibir al mes 50 mil pesos libres de polvo y paja.

Nadie se sienta sorprendido por el monto salarial ni por la decisión de aumentarse el salario por parte del dirigente del PRI, pues así son los políticos y en especial los de ese partido que han hecho del país y sus recursos lo que se les ha antojado.

Que un dirigente de partido gane 50 mil pesos al mes resulta ser una ofensa para miles de ciudadanos que apenas si les alcanza para comer. Según el CONEVAL, en la entidad unas 543 mil personas enfrentan pobreza alimentaria, es decir, no tienen ingresos suficientes para comer bien o en el caso extremo, no saben si van a comer.

Es una afrenta a la sociedad, pero con énfasis para quienes viven en situación vulnerable,  que el presidente del PRI con lo que gana en un mes, tenga la posibilidad de comprar unas 40 canastas básicas de alimentos, mismas que un asalariado no puede adquirir sino con un enorme sacrificio.

Al mes en curso, una canasta básica tiene un costo de mil 354 pesos y en el caso de San Luis Potosí, el porcentaje de familias que no tiene ingresos suficientes para adquirirla  aumentó al 52.9 por ciento.

Es decir, que el presidente de un partido que en el supuesto, “trabaja” por la “justicia social”, en realidad gana para vivir como potentado.

Por cierto, Juárez Córdova es el mismo que por orden de un funcionario de gobierno del estado despidió a uno de sus trabajadores, lo cual explica que gane 50 mil del águila libres de polvo y paja, puesto que bien que sabe cumplir las órdenes que recibe.

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