CAJA NEGRA

El Partido Acción Nacional apunta como el gran derrotado de las elecciones de este domingo en San Luis Potosí. Aunque de manera muy cerrada, pierde la gubernatura y pierde en los municipios más importantes de la entidad. Por si fuera poco, lleva delantera en apenas cinco de los quince distritos locales electorales de diputados y tres de diputados federales.

 

En contraparte, el gran vencedor es el Partido de la Revolución Democrática que gana la capital del estado, el municipio de Soledad de Graciano Sánchez. No solo los gana, sino que arrasa en éstos. También gana dos diputaciones federales y tres diputaciones locales.

 

Del mismo modo, Fernando Pérez Espinosa estaría alcanzando la votación más elevada para un candidato del PRD a gobernador con el 18 por ciento de la votación total emitida.

 

Aunque el PRI y Juan Manuel Carreras ganan el gobierno del estado, se puede entender que pierden. Solamente el PRD con la capital y Soledad de Graciano Sánchez estará gobernando más de la mitad de la población de toda la entidad.

 

El tricolor y sus aliados ganan Ciudad Valles y Matehuala, pero pierden la capital, Soledad y Ríoverde. Llevan ventaja en siete distritos locales y en dos federales. Nada que ver con el carro completo que había anticipado Cesar Camacho Quiroz, líder nacional del PRI.

 

La división interna llevadas a un plano irreconciliable, derivaron en el PAN en una derrota contundente. Octavio Pedroza y Alejandro Zapata que negaron su apoyo a Sonia Mendoza tienen una responsabilidad directa en los resultados negativos del partido.

 

Aún en la víspera de la jornada electoral, públicamente Octavio Pedroza insistía en que ni siquiera vitaría por la candidata de su partido.

 

El círculo azul, Héctor Mendizábal y Juan Pablo Escobar han conducido al partido a una nueva derrota, lo que deja suficientemente claro que ese grupo de control al interior del PAN está de plano agotado y debería desaparecer por el bien del blanquiazul.

 

De otra parte, la aplastante derrota de Xavier Azuara deja también la lección de que las vacas sagradas en el PAN ya no tienen la más mínima influencia en el electorado. El candidato panista creyó que tenía ganada la elección y que solo esperaba la llegada del día de la jornada, pero se equivocaron y no tuvieron capacidad para enfrentar la operación de movilización y de presunta compra de votos efectuada por el equipo de Ricardo Gallardo.

 

El PAN perdió y todo hace indicar que ese partido ha entrado en una etapa de hundimiento que aún no toca fondo. Es probable que pasen muchos años y elecciones, antes de que el PAN recupere los espacios perdidos.

 

En lo que toca a Carreras López como virtual ganador de la elección de gobernador, tendrá que enfrentar una situación difícil para cogobernar con Los Gallardo, no con el PRD. Sin duda será muy difícil para el priísta, aunque tendrá seguramente una mayoría en el Congreso del Estado con el PRI y sus partidos aliados.

 

La elección ha sido muy reñida y los resultados indican que la gubernatura se definirá en un rango del tres por ciento, lo que mantiene latente la posibilidad de que la elección se defina en los tribunales.

 

Esto apunta a una probable situación conflictiva en el plano postelectoral, el PAN trabaja ya en la impugnación del proceso, falta ver hasta donde van a llegar, por lo pronto, están enfrentando momentos muy difíciles con lo amargo de la derrota.

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