Este miércoles se sabe en el conteo distrital si la elección del domingo fue limpia
Este miércoles se realiza el cómputo distrital de las elecciones del pasado domingo y las cosas apuntan a que es ya mero formulismo en cuanto a la confirmación de los resultados que se tienen al cerrarse el PREP el lunes por la noche.
Durante las última semanas previas a la elección Sonia Mendoza incorporó a su discurso la especie de que se estaba armando una “Elección de Estado”, término acuñado por la oposición para querer decir que va a ser muy difícil ganarle al PRI convertido en extensión del gobierno.
Lo decía en cada oportunidad que se cabía necesario hacerlo y ponía énfasis en la serie de triquiñuelas propias del acervo priísta durante los procesos electorales. Se acusó de reparto de despensas, de uso de programas oficiales; todo en una cantaleta, se diría, ya demasiado sobada.
Lo curioso es que el domingo durante y después de la jornada electoral no hubo denuncias públicas ni se mostraron ejemplos de esa “Elección de Estado”. Es decir, no se documentó que se haya puesto en marcha un operativo desde el “Estado” a favor de algún candidato.
Eso no quiere decir que no haya existido alguna estrategia y acciones definidas desde distintas áreas del poder público a favor del candidato del PRI y la postre, triunfador, Juan Manuel Carreras. El problema de inicio es que no hay forma de demostrarlo por parte de los partidos derrotados.
Es de llamar la atención que siendo la candidata Mendoza la que advirtió de una “Elección de Estado” no haya aparecido ni tan solo una vez ante los medios de comunicación para confirmar que se desarrollaba un proceso influido desde el gobierno.
No lo hizo durante la jornada comicial ni tampoco después al cierre de las casillas, tampoco cuando empezaron a influir los resultados y tampoco cuando el PRI se declaró triunfador. Guardo silencio rotundo.
¿Entonces donde estuvo la elección de estado?
Ni siquiera Héctor Larios, delegado del CEN del PAN, ni el vocero Enrique Flores ni el presidente del CDE del PAN hablaron en absoluto de esa “Elección de Estado”. Muy extraño.
La candidata Mendoza votó en Matehuala y dio la impresión de que por allá se quedo el domingo. No había candidata para dar la cara, ni siquiera, para dar un mensaje a sus seguidores que tímidamente empezaron a llegar a la sede estatal del partido y de donde se retiraron por la ausencia de líderes y candidata.
Si el PAN y su candidata no mencionaron irregularidades, salvo aquellas de la duplicidad de votos para el PRI en 51 casillas, lo cual ya fue aclarado por el organismo electoral, será este miércoles cuando al revisarse las actas de cada casilla se constate si los representantes del PAN impugnaron o no.
Es muy probable que no lo hayan hecho, pues de lo contrario, el PAN habría recibido el mismo domingo los reportes de sus representantes y habrían denunciado lo ocurrido.
Es realmente extraño, pero a diferencia de otros procesos, el PAN no cerró el domingo ni continuó el lunes con la denuncia de fraude. De hecho, nadie a ha hablado con pruebas y seriedad de fraude electoral.
Pero no todo está dicho en la elección de gobernador, la revisión de las actas y la posibilidad de que se cuenten votos tras la apertura de paquetes electorales, está latente y algo puede ocurrir. La ventaja es apenas de dos puntos, pero eso en los hechos representa varios miles de votos.
Miles de votos que el PAN en su división y en su confrontamiento interno ya había dejado ir desde hace meses.
Juan Manuel Carreras no ganó, perdió el PAN con una mala candidata y por un pleito interno que no se resolverá con la actual generación de dirigentes en el partido. El PAN va por muchos años como oposición, con riesgo de caer ante la nueva fuerza de Gallardo y el PRD. Un triste tercer lugar le espera al PAN en la escena política potosina.