CAJA NEGRA

Con ustedes el único, el incomparable, el inimitable, el mejor…gobernador.

Si de los informes de gobierno se pudieran borrar los adjetivos y se atuvieran a los hechos, entonces serían tan minúsculos como una nota informativa de veinte líneas en la página ocho del periódico.

Y como por lo general lo hecho por el gobierno (porque esa es su obligación) es tan poca cosa, se recurre al lenguaje florido que tiene en el adjetivo a su mejor aliado. Es decir, a cualquier cosa se le hermosea o agiganta con unas palabras mágicas que tornan lo mediocre en excelso.

Según la información oficial, en la administración de Toranzo se instalaron 882 hectáreas de invernaderos y acto seguido se aclara que esa cifra es la más alta frente a todas las administraciones anteriores.

 Eso hace inferir que San Luis Potosí no ha tenido un gobernador de la talla de Toranzo y que de plano, no hay con quien comparar sus logros puesto que ha superado a todos los demás.

Hace unos días, Toranzo estuvo en Villa de Guadalupe en el marco de su Gira del Adiós y les dijo a los habitantes de ese agreste y cuasi olvidado municipio que “mi administración se ha encargado de atender las necesidades más apremiantes de la población llevando obra pública donde nadie había construido nada con anterioridad”.

No son figuraciones de nadie ni tampoco interpretaciones malsanas para criticar al gobernador, en sus propias palabras el doctor dice que nadie ha hecho lo que ha hecho él, es decir, nadie, nadie, nadie.

Nadie ha construido más obra pública que él.

Lo que no se entiende es que si ha hecho más que todos los gobernadores anteriores, entonces porque en Villa Juárez, Toranzo dijo que faltan muchas acciones por hacer, pero que hasta el último día de su mandato, trabaja de forma incansable para llevar a los potosinos más necesitados, las obras que requieren para mejorar su calidad de vida.

¿Ya hizo lo que nadie había hecho pero todavía hay cosas por hacer?

Y como es el más grande, único, inigualable, inimitable y absolutamente incomparable estará ofrendando hasta el último minuto de su sexenio para servir a los demás. Guau, no hay quien no quede pasmado, atónito y boquiabierto al mismo tiempo ante tanta heroicidad.

Como quiera que sea, la narrativa gubernamental atraviesa por una profunda crisis de credibilidad ante la proximidad del último informe de gobierno, de ahí que se sume, se sume y se multiplique y se multiplique para dar un efecto de “nadie como yo”.

En Matehuala, el gobernador aseguró que “se han hecho a lo largo de su administración más de mil 286 obras, con inversión de mil 279 millones de pesos”.

Y si para muchos eso fuera poca cosa, el mandatario agregó que “en materia de inversión en ciencia y tecnología, se lograron más de mil millones de pesos, cuando en la anterior administración se destinó a este rubro tan importante solo 100 millones de pesos”.

En síntesis, la administración de Toranzo ya hizo todo, ya superó a cualquier gobernador en la historia potosina sino que prácticamente no le ha dejado nada por hacer a su sucesor, Juan Manuel Carreras López.

La publicidad y la comunicación de Toranzo intentan construir la percepción de que ha sido un gobierno exitoso, popular, querido y eficiente, por lo que recurre al adjetivo en una narrativa tan engañosa como manipuladora.

Por eso, uno se pregunta si el gobernador está realmente en contacto con la realidad, puesto que el gobernador electo en su primer discurso tras recibir la constancia de mayoría como ganador de las elecciones del siete de junio, dijo con claridad cinematográfica que San Luis Potosí tiene muchos rezagos y problemas, a lo que se suma la desunión social y la separación entre gobierno y ciudadanos.

Al menos el 25 por ciento de los compromisos firmados por Carreras López durante su campaña tienen que ver con la precariedad en que viven los campesinos y sus familias, sus problemas para colocar sus productores para sacar mayor provecho a las tierras y para acceder a programas de apoyo.

Vamos, uno de sus compromisos fue construir una carretera transitable para que los productores de caña lleven su producto al ingenio. Son carencias, rezagos que están ahí y que parece que en seis años Toranzo no vio.

Pero eso sí, en el campo, los publicistas del doctor dice que nadie hizo ni ha hecho más que él.

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