CAJA NEGRA

Policías potosinos, en quinto lugar entre los estados con más agentes reprobados.

 

El 24. 42 por ciento del total de policías en el estado de San Luis Potosí reprobaron los exámenes de control y confianza. Es decir, la cuarta parte de los elementos de las corporaciones policíacas no son para nada confiables.

San Luis Potosí se ubica en el quinto lugar nacional entre las entidades federativas con el mayor número de fuerza policíaca reprobada.

Nada de que enorgullecerse.

En el Informe de Causa Común, Radiografía de las Policías en México, se muestra la cruda realidad sobre el perfil de los policías que deben guiar a los ciudadanos: 26 entidades del país, tienen policías más aptos que San Luis Potosí.

De hecho, solamente cinco entidades del país en las que por supuesto no se encuentra San Luis Potosí, cuentan con procesos de certificación institucionalizados para sus policías: Baja California, Distrito Federal, Guanajuato, Querétaro y Nuevo León.

Pero el caso de San Luis Potosí empeora, es una de las 26 entidades federativas que no han dado de baja a los policías reprobados en exámenes de control y confianza. Los únicos gobiernos estatales que sí han despedido a los malos policías son: Campeche, Coahuila, Querétaro, Tamaulipas, Nuevo León y Puebla.

En el discurso de su toma de posesión como gobernador de San Luis Potosí, el doctor Fernando Toranzo Fernández dijo en el tema de la inseguridad que para recuperar la paz y la tranquilidad, se crearía una nueva policía, elementos mejor preparados, mejor equipados, más comprometidos y honestos.

Durante su campaña como candidato, ofreció crear la “Policía Científica” para perseguir a los delincuentes con herramientas propias del conocimiento.

A seis años de distancia, el informe de Causa Común nos dice que esos compromisos del entonces recién instalado gobernador, no se cumplieron. La prueba es contundente: la cuarta parte de la policía no es confiable, pero más grave aún, siguen “trabajando” o “sirviendo a la sociedad” como policías.

Es patético.

Ha sido tan desafortunado el sexenio, que a cuatro años de que se obligó desde la federación a los estados a crear, instalar, construir y operar centros de control y confianza, en San Luis Potosí, aún no construyen nada.

Recientemente, astrolabio presentó información acerca de la policía estatal: en su mayoría gordos, obesos, diabéticos e hipertensos. Súmele que sus salarios están por debajo de la media nacional, que su equipamiento es pobre, que su mayoría tienen apenas educación básica y que en muchos casos, no de ahora sino de años, funcionarios de distinto nivel los traen haciendo mandados.

Otro saldo negativo del gobierno de Toranzo, quien se conforma con decir que la incidencia delictiva ha disminuido, que hay menos secuestros, menos homicidios menos extorsiones, lo cual es cierto, pues hay una inercia nacional en ese sentido.

El problema es que él se comprometió a regresar a los potosinos la paz y tranquilidad, perdidas.

Es igual que Enrique Peña: ofreció que en su primer año habría un México en paz, pero resulta que ese México en paz solo existe en su imaginación.

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