Caja Negra: ¿A dónde irán a parar los 200 millones de pesos, a dónde irán a dar?

Por Antonio González Vázquez

En el tramo final de su gris trienio, Mario García Valdez logró la aprobación del Congreso del Estado para la celebración de un contrato con la empresa PANAVI para que ésta se hiciera cargo del alumbrado público.

Cuando eso sucedía, el entonces candidato a la presidencia capitalina, Ricardo Gallardo afirmaba en Soledad de Graciano Sánchez se logró un precio más bajo que el de los mil 301 millones de pesos y decía que cuando llegase a la alcaldía revisaría el contrato.

Mientras que la empresa incumplió parte del contrato al no terminar el cambio de luminarias y tener a la ciudad en penumbras, de súbito, el ayuntamiento decidió que para hacer que la empresa cumpla, sería necesario modificar el contrato de prestación de servicios.

Pero resulta que en vez de que el monto del contrato fuese menor, habida cuenta de las fallas de PANAVI, ha resultado que es más costoso en más de 200 millones de pesos.

Esto despierta serias dudas sobre lo que puede haber en el fondo de esta maniobra entre el ayuntamiento y algunos diputados.

El tema siembra muchas dudas porque, tanto los diputados como el municipio, se han mostrado renuentes a informar con claridad. Son más 200 millones de pesos adicionales, pero las necesidades en infraestructura y cobertura de alumbrado son las mismas de hace dos años.

Todo hace indicar que hay gato encerrado.

Lo que es grave es que las participaciones federales al municipio están en riesgo, toda vez que éstas se pondrán en garantía para respaldar el nuevo contrato modificado. No sólo se afectarán las participaciones futuras, sino también hasta los remanentes existentes.

Como siempre que se plantea algo en lo que están en juego cientos de millones de pesos, el pretexto es el mismo tan sobado y traído de que “será en beneficio de la ciudadanía” y, al final, sucede que termina siendo la más afectada.

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