Por Antonio González Vázquez
En política, los pleitos por el poder suelen salpicar lodo por todas partes. Se presentan luchas encarnizadas en las que por lo general resultan muchos caídos. Se puede recurrir a la difamación cuando es necesario, pero cuando se tienen documentos probatorios, se empieza con amagos que luego pasan a ser amenazas y luego éstas se transforman en hechos.
Cuando las fuerzas políticas entran en conflicto, lo único seguro es que nadie sale sano y salvo, y que a todos les podrán pisar la cola. Unos la tienen más larga que otra, aunque tratándose de políticos, incluso el que la tiene corta debe cuidarse porque nadie en este mundo pueden enarbolar la bandera de la decencia y la honestidad.
Acusar de corrupto desde el poder al político que pasó a ser Ex, es lo más común en México y también en San Luis. Es una forma de ajustar cuentas o de esconder gobiernos ineficientes que van en camino de cometer las mismas tropelía de las que se acusa a los que dejaron el gobierno.
Es el caso de la capital del estado, donde el ayuntamiento ha sido saqueado por auténticos pillos que mal utilizaron los recursos públicos sabedores de que les cobijará la impunidad.
La ciudad ha ido de miseria en miseria, las más frescas, las que corresponden a Victoria Labastida y su camarilla y luego, Mario García Valdez también con su camarilla. Ese par de priístas hizo lo que quiso con el dinero municipal.
El mal gobierno de esos priístas no ha sido sancionado y en su caso, Victoria Labastida ha ido ganando la protección de la impunidad y la protección del gobierno federal. No habrá nada que le hagan.
A Mario García, es muy probable que tampoco le pase nada más allá del escándalo en la prensa, lo cual, para su gruesa piel de cinismo, le ha de venir importando muy poco. Un político desprestigiado y en la ruina política, es la mejor apuesta para presumir que se combate la corrupción.
El ayuntamiento encabezado por Ricardo Gallardo presentó denuncia ante el Congreso del Estado contra García por el presunto desvío de 22.5 millones de pesos. Del dinero destinado a proyectos a favor de la ciudad, el ex rector de la UASLP los utilizó para gasto corriente.
Eso dice el ayuntamiento gallardista que además, estima que la legislatura deberá proceder mediante denuncia penal ante la Procuraduría General de Justicia.
Que haya aparecido un espectacular a unos metros del cruce de la avenida Salvador Nava y Sierra Leona, en el que se califica a Mario García Valdez como el peor alcalde “de la historia”, no fue una casualidad, sino parte del entramado en respaldo a la denuncia municipal por la vía formal.
Nadie se atrevería a meter la mano al fuego por el ex rector dado que en efecto, no solo su administración ha sido la peor sino que se podría tasar al mismo nivel de corrupción que el gobierno de Victoria Labastida.
Todo es política. A los gallardistas se les hacía tarde para darle forma al proyecto 2018 para Ricardo Gallardo y su grupo, mientras que al PRI ya se le había hecho demasiado tarde para enfrentar la gallardía.
Por fin se presenta el escenario que se preveía: el ayuntamiento contra el PRI.
Apenas empieza 2017, año preelectoral, esperemos hasta donde sube el nivel de la confrontación en adelante.
Lo único cierto es que en una guerra de lodo no hay quien tenga la cola corta.