CAJA NEGRA: Carreras y su luna de miel interminable

 

 

La luna de miel de Juan Manuel Carreras López con la gubernatura no disminuye en pasión ni un solo minuto. El mandatario, anda del tingo al tango y de reunión en reunión. Lo está disfrutando al máximo, de ahí su cara de sonriente satisfacción. Es su luna de miel y quisiera que fuera interminable.

Desde que asumió el gobierno, Carreras igual va a bautizos, bodas, cumpleaños que al arranque de obras, cenas, comidas y desayunos con servidores públicos o colaboradores, igual se reúne con los diputados locales que con los federales o con dirigentes de la burocracia.

Encabeza reuniones con organizaciones civiles y empresariales, se reúne con los presidentes municipales y cumple una de sus aficiones favoritas: la firma de acuerdos y convenios que, aunque no se sepa para qué van a servir, de cualquier modo los firma y aparece su fotográfica sonrisa en todos los periódicos electrónicos e impresos.

Y firma pactos y luego entrega recursos a cuanta persona le ponen en frente en eventos de la secretaría de Educación y también se deja entrevistas a toda hora y en cualquier lugar por los reporteros para quienes siempre tiene una actitud amable y sonriente: contesta a todo como quien avanza con la corriente de a muertito. En su luna de miel todo tiene solución, aunque sea solo de palabra, pero solución al fin y al cabo.

También firma iniciativas y decretos, hace anuncios sobre la grandeza que le espera a San Luis Potosí y sin asomo de congoja afirma que la deuda de 22 mil millones de pesos que enfrenta el estado es “normal” y que no hay problema, Fernando Toranzo hizo lo que pudo y en todo caso, para que voltear a ver el pasado. Cierto, ni el peso de la deuda pública más grande en la historia le quita a Carreras su sonrisa y, mucho menos, le puede echar a perder su luna de miel con la señora gubernatura.

Además de tener su agenda de actividades atiborrada con toda suerte de eventos, se da el lujo de ir a correr al parque para que la gente diga, ahí va, es el señor gobernador. Le gusta a mares escucharlo.

Que reuniones municipales, regionales, estatales o nacionales, una cosa es segura, ahí estará presente el gobernador.

Y como son los tiempos de una sana cercanía con el partido, el gobernador no se olvida y también se reúne con la dirigencia del tricolor y se va a cuanta reunión federal es invitado.

Ya con Paola Longoria o ya entre dos torres poniendo en juego la temporada de basquetbol o bien en la fiesta de algún director de medios de comunicación, por todos lados se encuentra a Carreras.

Quizá eso tenga algo de positivo luego del triste paso de Toranzo, pero si la luna de miel se sigue extendiendo, se corre el riesgo de acabar con un gobierno en absoluto goce de la pachanga mientras que los problemas seguirán sin solución.

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