Por Antonio González Vázquez
Ahora resulta que la escultura de El Aguador que estaba sobre el andador de la Avenida Juárez frente a la Caja del Agua es un estorbo. Que se sepa, esa escultura no ha provocado choques de frente con peatones descuidados.
El miércoles este portal de noticias reportó la desaparición de El Aguador y dio a conocer que no se sabía qué había pasado con ella, a dónde la habían llevado y bajo el cuidado de quién estaría.
Y pues nada, que a algún funcionario municipal simple y llanamente se le ocurrió removerla del lugar en que había permanecido desde 2009 para que en breve, se le coloque en otro sitio.
No solo no quieren en el gobierno municipal, reubicar a los comerciantes sino incluso hasta las estatuas.
Dicen los de Gallardo en el municipio, que colocarán el monumento en un sitio más adecuado, donde no estorbe y donde se pueda apreciar mejor la estética de la obra del Maestro Mario Luis Cuevas.
Según Adrián Tercero Nava, director de Servicios Municipales la reubicación de El Aguador obedece a que representa una situación de riesgo en temporada alta de peregrinaciones a la Basílica. Y no solo eso, representa un altísimo riesgo a las personas débiles visuales que por miles y miles pasan frente a la Caja del Agua así que lo mejor, debió pensar Tercero, es quitarla y ponerla en otro lado.
Es decir, para que la escultura pueda ser mejor apreciada, vista y admirada por todos, se le reubicará unos metros de su lugar original para que no provoque accidentes o en su caso, obstaculice acciones de protección civil en caso de un desastre.
Por lo pronto, la autoridad municipal no ha aclarado dónde está la escultura, en que condiciones de cuidado se le tiene. Igual y está por ahí arrumbada cual saco de cemento.
