Por Antonio González Vázquez
Ayer, cuando se cumplían seis meses de la revelación de la Ecuación Corrupta, se puso al descubierto otro caso que apesta a corrupción. Para no variar, el involucrado es otro diputado, por cierto, también del PAN: Mariano Niño Martínez.
En un hecho inédito, dos ciudadanas acudieron a la Procuraduría General de Justicia y presentaron denuncia en contra del legislador por los presuntos delitos de fraude, falsificación de firmas y uso indebido de documentos.
De acuerdo con las víctimas de Mariano Niño, éste habría tomado recursos públicos utilizando sus nombres con el sobado pretexto de apoyar a quienes menos tienen.
La actual legislatura ha repartido desde su inicio en septiembre de 2015 unos 20 millones de pesos bajo el concepto de ayudas sociales. Se ha criticado hasta el cansancio a los diputados por las dádivas que entregan sin el menor atisbo de transparencia.
Ahora, con la denuncia penal contra el diputado de Acción Nacional, surgen dudas sobre si esos 20 millones de pesos realmente han sido entregados o si en su caso, se trata de un vil engaño de los legisladores que se estarían quedando con el recurso público.
No hay garantía de que los presuntos beneficiarios de los apoyos sean personas con una identidad cierta. La trampa tendida por el diputado Mariano Niño para lograr los recursos incluye hasta cartas de agradecimiento falsas.
Puede haber miles de ciudadanos inexistentes que han sido utilizados por los diputados para obtener dinero público.
Es una estafa, un vil engaño. Es una conducta que debe ser sancionada de manera ejemplar lo más pronto posible; las pruebas documentales están a la vista no solo de la autoridad judicial sino también de la sociedad.
¿Cuántos de los diputados harán lo mismo?
Es una pregunta ingenua. El perfil de los diputados y su actuación no dejan ninguna duda de que todos son capaces de hacer lo mismo.
Las denuncias penales están presentadas y toca a la Procuraduría ponerse a trabajar con seriedad y responsabilidad sobre éstas. Sería muy lamentable que como en el caso de la Ecuación Corrupta, pasen seis meses sin resultados.
