Manuel Fermín Villar Rubio ha anunciado su interés y deseo de buscar la reelección al frente de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. No es que se lo merezca, lo que sucede es que en la Universidad, el Rector es el que manda y si él es el Rector y quiere seguir siéndolo, no hace más falta que lo diga y ya está.
Así es, en el séptimo mes de la muerte aun impune de Diego González en el Camping Universitario 2015, el Rector ha anunciado su pretensión de reelegirse para cuatro años más como tutor de la autonomía universitaria.
Nada mal para un funcionario que hace unos meses quedo en ridículo cuando los diputados del Congreso del Estado lo rechazaron como receptor de la Presea al Mérito Plan de San Luis. No, nada mal reelegirse para alguien a quien uno de los Poderes del Estado consideró inmerecido premiar.
Bueno, si no lo premiaron los diputados que entonces él mismo se premie dado que eso sí está en sus manos lograr.
Bien se sabe que el Consejo Directivo Universitario es un órgano a las órdenes del Rector en turno, sus integrantes obedecen al Rector sin importar quien sea, cual sea su origen o como se llame, con tal de que sea el Rector. Así las cosas, tan seguro como que hoy es jueves es que Manuel Fermín Villar Rubio será reelecto.
Hay cosas que no cambian y una de ellas, es la política sucesoria en la Universidad.
Alguien le preguntó sobre su trabajo como Rector y aplicó el clásico de sentirse contento, satisfecho y sobre todo, honrado de tener el alto honor de servir a la Universidad que tanto le ha dado.
Y por supuesto, como la democracia se respira en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí el Rector autodestapado ya como precandidato dijo desconocer si “hay otros gallos” para el cargo. (En efecto, en un ambiente de pluralidad, diversidad política y competencia, en la Uni ha de haber muchos gallos, así que conviene a esperar cuantos se candidatean).
Bien se lo debe merecer Villar Rubio.
Por cierto, sería bueno que el Procurador y maestro universitario, Federico Garza ya termine las investigaciones en torno a la muerte del pequeño Diego. Sería de mal gusto que en abril, cuando se concrete la reelección, las siglas de la UASLP y empleados de la UASLP sigan formando parte de una averiguación previa iniciada por causa de un probable homicidio.