Por Antonio González Vázquez
El cabildo del ayuntamiento de San Luis Potosí tiene frente a si una inmejorable oportunidad para acabar con la opacidad y sospecha que rodean el tema de la compra de medicinas a Sandra Sánchez Ruiz.
Hoy se reúne el cabildo y se presentará la propuesta de crear una comisión especial que investigue a fondo el caso del millonario gasto que, en medicamentos para personal de confianza, ha realizado la administración de Ricardo Gallardo Juárez.
Hay que admitirlo, cuando desde el gobierno se forma una Comisión para investigar algo, es que se trata de una salida fácil pata simular que se atiende un problema cuando en realidad de lo que se trata es de sepultarlo. Bien se dice siempre: crea una comisión y no hagas nada, eso es lo que suele suceder en México.
Pero esta vez el edil capitalino tiene la oportunidad de darle vuelta a esa especie y aprobar la creación de una Comisión en la que, con plazos y facultades definidas, se investigue y aclare si hay o no irregularidades en la adquisición directa de medicamentos a Sánchez Ruiz.
Será cuestión de voluntad política. Si existe voluntad, se hará algo y si no la hay, la propuesta no va a prosperar y el tema seguirá siendo tan nebuloso como hasta ahora.
La sesión del cabildo se espera atractiva por la posibilidad de crear la Comisión y por la posibilidad de ir aireando un tema que por ahora el ayuntamiento ha abordado con más desaseo y frivolidad que con seriedad y responsabilidad.
A la sesión se espera la llegada de integrantes del movimiento navista que ya habían solicitado públicamente una explicación y aclaración pública del caso Sandra Sánchez, de lo cual nada les han aclarado.
Van a estar presentes y algo podrá suceder. Pedirán una explicación cara a cara a los miembros del cabildo que, en todo caso, tienen la obligación de atender pues se trata de ciudadanos que forman parte de la ciudad y cuyos andares no son recientes sino que más bien tienen sus antecedentes históricos.
Lo deseable es que ya se sepa todo acerca de Sandra Sánchez, los millones que le han entregado no han sido poca cosa.
