Antonio González Vázquez
La pugna entre el Círculo Azul y el Comité Directivo Estatal del Partido Acción Nacional está alcanzando su punto más álgido. Del encono se ha pasado automáticamente a la agresión y consecuente violación de múltiples derechos de una diputada. De hecho, la confrontación ha llegado al nivel más bajo que en política se puede llegar: al insulto de género y a la amenaza delirante.
Es tan bajísimo el nivel del pelito que se ha recurrido a una pinta insultante escrita a la sombra de la noche. La cobardía de ese acto es tan grande como la desvergüenza que viste y calzan algunos cuadros del blanquiazul, hoy huérfanos de poder.
Cuando para golpear se usa una palabra cruda en vez de las manos, es q1ue no se tiene el valor para decir de frente las cosas, ni se tiene tampoco la lucidez y madurez para resolver diferencias de manera civilizada.
En ese sentido, es evidente que en el lado del Círculo Azul, han escogido una estrategia de estercolero en lugar de la del diálogo civilizado que supone hacer política.
Alguien pintó la palabra “puta” en la fachada del Comité Estatal. Alguien ordenó pintar con letras en azul, la palabra “puta” seguido del nombre de la diputada Xitlálic Sánchez Servin. Alguien ideó esa perversión. Alguien ejecutó esa idea y muy probablemente quien lo ordenó y quién lo hizo, se divirtieron como payasos en un circo.
Así se hace la política en el PAN y seguramente son capaces de caer más bajo. Los del Círculo Azul así son, así han sido siempre y no tendrían porqué cambiar; eso es imposible, es tanto como pedir a Mendizábal, Flores, Escobar, Mendoza y Compañía que dejen de ser lo que son.
Y lo de Sánchez Servín es apenas el principio. Solo hay que esperar unos meses a que se inicie el proceso electoral 2018 y será entonces cuando veamos lo más oscuro de ese grupo interno del PAN: si por la Junta de Coordinación Política del Congreso hacen lo que hacen, imagínese por una candidatura, se pueden comer vivo a quien se ponga enfrente.
A menos que el Comité Ejecutivo Nacional y Ricardo Anaya sean más racionales y tomen pronto una medida radical para limitar a un Círculo Azul, capaz de llevar a una nueva derrota electoral al PAN en 2018. Con los escándalos que provocan, sería muy raro que alguien se atreva a votar por ese partido.