CAJA NEGRA: El encabronamiento no se atenúa, persiste

 

Por: Antonio González Vázquez.

 

Fernando, fue novio de Viviana Elizabeth y es padre del hijo que desde el 14 de noviembre quedó huérfano. Fernando tiene 24 años y es el presunto autor del feminicidio de Viviana. Lo detuvo la policía en el estado de Nuevo León a donde huyó desde que el 14 de noviembre fue localizado el cuerpo de la joven en una noria en lo que fue hace mucho la hacienda La Parada en el municipio de Ahualulco.

Desde un inicio, Fernando fue el principal sospechoso. El día de la desaparición de Viviana, testigos vieron que ella abordó el vehículo de quien luego se convertiría en su asesino.

Hasta el momento se sabe que Viviana al desaparecer estaba junto al padre de su bebé de apenas siete meses de edad; ahora ante el Juez Cuarto del Ramo Penal deberá demostrarse su responsabilidad en los hechos. Esto, dependerá en buena medida del trabajo que haya realizado el Ministerio Público y de las pruebas que se presenten para acreditar la responsabilidad del ahora presunto feminicida.

La desaparición de la joven ocurrió el 11 de noviembre y tres días después fue localizado el cadáver, y 19 días después de que ella salió de casa y ya no regresó, la autoridad ministerial ha hecho su parte, pero resta saber con cuanta efectividad.

Lo que parece haber sido un éxito y una respuesta pronta, necesariamente pasa por el hecho de que la desaparición y la muerte de Viviana despertaron la irritación de muchos potosinos.

Como dijo el abuelo de Viviana: San Luis está muy encabronado. Que Fernando esté en manos de la justicia, por cierto, no disminuye en nada ese encabronamiento. Aún son muchas las mujeres desaparecidas y son muchos los casos de presunto feminicidio que no han sido aclarados.

Lo deseable es que al respecto, la Procuraduría General de Justicia actúe con celeridad y que, como lo hizo con Viviana, convoque a muchas ruedas de prensa haciéndose acompañar de los padres de las víctimas para intentar darse un lustre que no se tiene.

Es decir, el San Luís encabronado ahí está, una golondrina no hace verano.

Skip to content