Por: Antonio González Vázquez.
Ricardo Gallardo gobierna en la capital prácticamente sin oposición. De los comités estatales del PRI y del PAN ni sus luces. Parece no importarles la ciudad. Martín Juárez y Xavier Azuara guardan silencio, pareciera que tienen miedo.
Hace unas semanas, estuvo en San Luis Potosí el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza y les dijo públicamente a los directivos del partido y al propio gobernador, Juan Manuel Carreras que se ocupen de los actos de corrupción que cometen funcionarios de otros partidos.
Para acabar pronto, en el auditorio del PRI aquella ocasión les puso el caso del alcalde Ricardo Gallardo. Fueron llamados a misa porque ningún priísta dice ni hace nada.
En el PAN, la dirigencia estatal hace como que no ve ni oye.
En cambio, en el Comité Municipal del blanquiazul, se estableció una crítica frecuente al ayuntamiento capitalino al señalar los escándalos, errores y probables casos de corrupción así como la denuncia respecto de problemas en la prestación de servicios públicos.
En su momento, el secretario general de ese Comité, Maximino Jasso fue la única voz que desde el PAN hacía ver los yerros y excesos del alcalde Gallardo.
El 27 de noviembre, el PAN capitalino realizará su proceso interno de renovación de la dirigencia. Uno de los candidatos será el propio Maximino Jasso y es probable que se lancen también Felipe Almaguer, Eduardo Acebo y Alejandro Fernández. 2mil 500 panistas podrán elegir a su presidente.
El PAN continúa con problemas internos que derivan en división y encono que parecieran irresolubles, pero el proceso municipal será una oportunidad para encontrar la unidad que les permita tener opciones de triunfo en las elecciones de 2018.
Si eligen un comité municipal crítico y combativo, estarán avanzando en la aun lejana posibilidad de volver a ganar el ayuntamiento, pero si se imponen los pleitos y la soberbia, entonces Ricardo Gallardo seguirá gobernando sin oposición puesto que está más que claro que el PRI ni a oposición llega.
