Hace dos meses cuando se cumplían cinco de la muerte de Diego, el procurador de Justicia, Federico Garza Herrera aseguró que en dos meses más la investigación estaría concluida. Pasaron los dos meses y ya son siete meses de la muerte del menor en una actividad recreativa organizada por la UASLP y ahora el procurador Garza admite que el caso está estancado, es decir, igual que hace meses.
Patético el señor Procurador.
Ayer al ser entrevistado le dijo a los reporteros lo mismo que le había dicho a Astrolabio Digital hace dos meses: falta una reconstrucción del hecho para lo que se utilizará un robot, luego de eso, se cerrará la investigación.
Dijo lo mismo aunque con otras palabras, pero la esencia es que no se ha hecho nada y de ello, el procurador no tuvo empacho en responsabilizar a los peritos del caso, funcionarios que, por cierto, dependen de él, del señor Procurador.
Patético el señor Procurador.
Lo peor, ese discurso oficialista según el cual el compromiso principal es el de la justicia: “en general deben de tener por seguro que en caso de que haya responsabilidad penal de alguno de los actores que intervinieron en los hechos, se actuará en consecuencia y sin proteger a absolutamente nada”.
Patético el señor Procurador.
Y lo peor: no hay fecha para que quede toda la averiguación integrada.
Si alguien esperaba una diferencia entre Federico Garza y Miguel Ángel García Covarrubias, no pierda más tiempo, resultaron iguales.
De eso por cierto, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí debe sentirse muy satisfecha.