Por: Antonio González Vázquez.
Al patético espectáculo que dieron los secretarios Alejandro Leal y Arturo Gutiérrez durante sus respectivas comparecencias en el Congreso del Estado se agrega la bochornosa presentación del procurador Federico Garza Herrera.
Después de ese espectáculo lastimero de funcionarios intentando justificar la crisis de inseguridad que en este gobierno padece San Luis, uno ya se puede explicar como el mal llamado Gabinete de Seguridad, sirve para dos cosas: para poco y para nada.
De los tres no se hace uno o quizá si, de los tres se puede hacer uno pero bueno para nada.
Los familiares de personas desaparecidas hicieron ver al Procurador como un hombre incompetente y no apto para el cargo que ostenta. El justo reclamo de que las indagaciones de la Procuraduría arrojan resultados nulos, refleja lo que realmente sucede al interior de la PGJE: la burocracia e ineficiencia son un cáncer en la institución.
Respecto de familiares de personas desaparecidas, Garza Herrera se aventó la puntada de decir que “hemos atendido a todos a través de la policía ministerial, se ha dado puntual atención, las líneas de investigación se están llevando a cabo, en todas y cada una de ellas se han agotado líneas de investigación, se han abierto otras líneas de investigación”.
Y agregó: “la policía ministerial ha estado al pendiente, en algunos casos hay informaciones sensibles que no podemos nosotros por sigilo, por secreto decirlo aquí porque es información exclusiva de la familia, llevamos a cabo las líneas de investigación”.
Puro Bla-bla-bla y cero resultados.
Según Federico Garza en el primer año de gobierno de Juan Manuel Carreras, se ha registrado la desaparición de 314 personas, han sido localizadas 275, de las cuales 147 son mujeres y 128 hombres. Esta pendiente de localizar a 39 personas, de las cuales 19 son mujeres y 20 hombres.
En el caso de los feminicidios, el Procurador reportó que hay cinco casos en Ciudad Valles, Aquismón, Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí capital y en Tamasopo.
Pero lo que ilustra la ineficacia de la Procuraduría es que, de enero a septiembre han sido denunciados poco más de 20 mil delitos, de los cuales apenas se han logrado mil 714 detenciones.
Hay que agregar a que la ya clásica ineficiencia policial y ministerial, se agrega la precariedad de la institución, su radiografía está para ponerse a llorar: la plantilla de personal de la Procuraduría se conforma con 253 agentes del Ministerio Público en todo el estado; 64 peritos; 460 policías ministeriales, aunque impulsan activar unas vacantes y si es así llegarían a 527; 134 de personal administrativo; 581 sindicalizados; y de personas que perciben honorarios y que están en la procuraduría son 31 personas, ese es el estado de fuerza de la corporación.
El Procurador había ofrecido hace un año que revolucionaría la institución, que se acabarían los vicios, que se avanzaría en la profesionalización de agentes del Ministerio Público y policías, que mejorarían sustantivamente en el cumplimiento de órdenes de aprehensión, que la institución funcionaría como debe ser.
Pero a un año de ese ofrecimiento lo único visible es su enorme fracaso, fracaso equiparable al de sus colegas en el Gabinete de Seguridad, es decir, Alejandro Leal y Arturo Gutiérrez.
¿Hasta cuando los despedirá el gobernador?
