CAJA NEGRA: El rector espléndido… con sus colaboradores

 

Por: Antonio González Vázquez.

 

Desde su llegada a la rectoría de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Manuel Fermín Villar Rubio se ha mostrado muy obsequioso, muy dadivoso, muy espléndido con los que le rodean. Se ve que los estima, que los protege…que los apapacha.

El problema es que esa querencia y esa obsequiosidad, se financia con recursos públicos que por supuesto, deberían tener como destino la educación de los jóvenes universitarios.

Los conceptos de “Pago de Estímulos al Desempeño” y “Compensación Exenta de Prestaciones” se cristalizan y se convierten en moneda, cheque o billete para los beneficiarios del espléndido rector.

Muy suelto con los recursos públicos de la UASLP, Villar Rubio fue observado por la Auditoría Superior del Estado por la entrega de compensaciones a sus incondicionales en escuelas, facultades y en la matriz administrativas.

La información que ofrece Astrolabio Digital a sus lectores este jueves, viene a confirmar la especie por todos conocida, de que el rector en turno hace siempre lo que desea, así se pueda estar al margen de la ley.

En la Universidad el Rector es el que manda y es al mismo tiempo el que premia o castiga.

Cuando alguien se atreve a criticar esa dirección vertical y plenipotenciaria, en la Rectoría se molestan enormidades porque sienten que su institución es intocable, tal como ocurrió a algunos diputados que hace unos meses se atrevieron a opinar sobre la necesidad de que la UASLP democratice la elección del Rector y de sus directores.

También se ofendió la Rectoría cuando varios diputados colocaron sombras de duda sobre el uso de los recursos públicos destinados para las becas de los estudiantes, lo cual, puntualizó en su momento el panista Enrique Flores, se va a las compensaciones de la burocracia de primer nivel que anda a la sombra de Villar Rubio.

Eso lo consideraban con todo y acto de rasgarse las vestiduras y grito en el cielo, de que se trataba de ataques malsanos, malvados y perversos contra “la autonomía” universitaria.

Pues bien, resulta que la Auditoría Superior del Estado desde el 2013 ha observado ese gasto que representa un ejercicio de recursos aplicado a un destino distinto al autorizado.

Para que no se vea mal la cosa, las compensaciones en adelante se blindaron de los metiches auditores, de manera tal que ese tipo de apoyos que entrega a discreción el rector Villar se clasifican como “otros pagos relacionados a una relación laboral”.

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