Por Antonio González Vázquez
De acuerdo con información oficial, es decir, de Gobierno del Estado, se puede concluir que San Luis Potosí hace esquina con el paraíso y que mientras el crimen organizado asola al país, aquí casi se raya en la perfección.
Hay una cantidad insignificante de ejecutados y es tanta la eficiencia policial que el que la hace la paga. Aquí los crímenes de la delincuencia organizada son una excepción gracias al invaluable y comprometido esfuerzo del señor Procurador de Justicia, Federico Garza Herrera.
Cuando hay muertos en San Luis Potosí, no vaya a creer usted que es porque habría grupos armados causando terror o por enfrentamientos con la policía; no hay ejecutados ni ajustes de cuentas ni nada que se le parezca. En San Luis Potosí, las muertes no las provocan los criminales sino los borrachos tras consumir cantidades industriales de alcohol.
Tal noticia que pareciera del todo descabellada no lo es, sino que se trata de una perla de información difundida por el Procurador.
Dice un boletín de la PGJE que en enero pasado hubo en la entidad 40 homicidios y que de esos, tan solo 9 están relacionados con la delincuencia organizada; del resto “más del 50 por ciento fueron cometidos en riñas o peleas a consecuencia del consumo inmoderado de bebidas embriagantes”.
Así entonces, el amable lector no tiene de que preocuparse, en San Luis Potosí los homicidas y los muertos, son borrachos, perdón, personas que consumen de manera inmoderada bebidas embriagantes.
Si luego atiende las noticias en la prensa o por las redes sociales acerca de algún decapitado, es porque de tan borracho que andaba hasta la cabeza perdió. No es que San Luis sea inseguro o sea plaza de algún grupo del crimen organizado, lo que pasa es que la gente luego bebe y bebe y bebe para luego pelearse y reñir hasta matarse.
Y aún así quiere ser Fiscal, ¿acaso no tiene asesores?, o será que ese es el problema: los que le asesoran necedades como esa del boletín 082017 de ayer.
Que no se les olvide: al cierre de 2016, con Juan Manuel Carreras López iban 611 homicidios; solo falta que digan que más del 50 por ciento fueron consecuencia del inmoderado consumo de alcohol.