Por Antonio González Vázquez
Hasta el momento, nadie en el ayuntamiento capitalino ha sido capaz de explicar por qué se incrementa el contrato con Panavi de mil 301 a mil 512 millones de pesos. Eso es lo importante y no el hecho de si la ciudad estará debidamente iluminada; ese no es el problema, lo esencial es que se explique ese aumento y nadie ha sido capaz de explicarlo.
Los diputados Oscar Bautista, Enrique Flores y Dulcelina Sánchez de Lira han hecho pronunciamientos superficiales sin ir al fondo del tema: ¿por qué razón el ayuntamiento pagará lámparas más costosas que otras ciudades, por qué en San Luis sale más caro?
A su vez, la dirigencia estatal del PRD también fijó postura y sobra decir que avala el incremento al contrato modificatorio por más de 200 millones bajo la simple especie de que es algo que beneficiará a la ciudad.
Los promotores y afines a la modificación del contrato se van por las generalidades en lugar de explicar por qué Panavi cobra sólo por las luminarias 557 millones 724 mil pesos contra 211 millones 725 mil pesos de la empresa Newlux Innovation Ligth.
Al debate sobre el tema se sumó ya también la iglesia católica que, a través de su vocero, Juan Jesús Priego se pronunció en contra del programa de alumbrado si por el alto costo se ponen en riesgo las finanzas capitalinas.
Atinadamente advierte que si no hay dinero para ese tipo de proyectos, entonces lo prudente es esperar porque “si no hay condiciones, no se hace y punto”. Para el prelado, no hace falta endeudarse.
El influyente sacerdote aprovechó una entrevista con Astrolabio Diario Digital para deslizar la idea de que promotores del acuerdo municipal con Panavi intentaron utilizar a la iglesia para que hablara el favor de modificar el decreto.
Su recomendación es de tomarse en cuenta: que para iluminar bien a la ciudad, se busque a otros proveedores que no sean tan caros.
Por lo pronto, el Congreso del Estado aplazó por segunda ocasión la presentación del dictamen de las comisiones de Puntos Constitucionales y de Gobernación. Buena parte de los 27 diputados está definiendo una postura en contra del dictamen impulsado por el diputado Oscar Bautista.
Al no tener la certeza de que lograrían los votos suficientes en el pleno, decidieron no incluirlo. Llegaron a creer Bautista y Flores que todo sería muy sencillo, pero la abrumadora información que exhibe el pésimo negocio para la ciudad, ha hecho que algunos diputados al menos muestren interés y no cedan su voto cual cheque en blanco.
A la dirigencia estatal del PRI ya se le hizo tarde para salir y fijar una postura como partido opositor al gallardismo y parece ser que Martín Juárez ni siquiera ha tenido la atención de pedir a los diputados de su partido que actúen con congruencia.
Ante ese vacío de autoridad en el partido y que se extiende hasta palacio de gobierno porque el gobernador Carreras no ha movido un dedo frente a la probabilidad de que las arcas municipales sufran un grave deterioro, los diputados del PRI han visto la oportunidad de ir en pos de un buen negocio.